?Los últimos serán los primeros?, prometió Jesucristo, y gran parte de la dirigencia porteña que vio flaquear su fe en el electorado porteño luego de los resultados del pasado 10 de julio, se aferró a esta promesa y renovó su esperanza en las primarias. El 14 de agosto, para muchos partidos políticos porteños, será una segunda vuelta, una revancha, una jornada en la cual ?si bien nadie ganará ningún cargo electoral- se pondrá en juego lo que permitirá conseguir y/o negociar cargos a partir de diciembre: el poder real de convocatoria de un candidato y del aparato que lo sustenta.
En la Ciudad de Buenos Aires las primarias tendrán un efecto directo en el PRO, centrado principalmente en la reducción en el caudal de votos debido a la carencia del espacio liderado por el reelecto Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, de un candidato presidencial que encabece la lista.
Si bien desde las filas macristas el legislador Martín Borrelli subrayó que ?es imposible que el PRO no consiga los 27 mil votos necesarios en la Capital Federal? para poder presentar candidatos a diputados nacionales en la primera vuelta de octubre, el porcentaje de apoyo que la lista encabezada por Federico Pinedo tenga tendrá una simbología extra, tanto interna como externa, exponiendo la cotización del PRO en la Ciudad como jurisdicción de importancia para las elecciones presidenciales, y, en cierta medida también, el valor de Mauricio Macri como aliado y referente de la oposición.
A pesar de esta situación, el legislador PRO minimizó el impacto de la pre primera vuelta nacional en el escenario político local. ?Si las primarias fueran como estaba previsto en el espíritu de la ley, la confrontación de candidatos del mismo espacio, sí hubiera tenido impacto en la política local, ya que se daría una disputa interna en cada espacio que seguramente influiría en la política de la Ciudad?, dijo Borrelli a NU.
?Tratándose de estas primarias, que sólo sirven para convalidar listas únicas, no tienen mayor impacto en la política local, sólo impactarán en partidos chicos por ese piso mínimo de votos que se requiere para competir en octubre. La ley actual es de impacto sobre la política global, no sobre la de la Ciudad. Es como una preliminar, no es una primaria, te cuentan las costillas? Puede ser que en ese contar de costillas, alguno salga perjudicado, ya que no estar bien posicionado en agosto, difícilmente se revertirá en 3 meses. Muchas ofertas electorales pueden pincharse?, reconoció el legislador que preside la Comisión de Seguridad en la Legislatura
A pesar de ubicarse en la vereda de enfrente del macrismo, el legislador de Nuevo Encuentro Gonzalo Ruanova, coincidió en que las primarias del 14 de agosto no reflejan el espíritu de la ley. ?Se desvirtuó el sentido ya que no hay ninguna competencia interna. Esperemos que la próxima elección interna de cargos electivos, tanto nacionales o locales, funcione porque está bueno que la elección no sea a dedo sino por la participación de los ciudadanos. Los partidos políticos tienen que madurar y aplicar la ley para que el que vaya a votar sienta que está definiendo algo, sino el sistema no tiene sentido?, sostuvo Ruanova.
?No se puede hacer una reforma política únicamente con el sentido del piso para dejar afuera a algunos partidos políticos. Tiene que ser más atractivo a la participación. Acá hay un problema cultural de cómo funcionan los partidos. La política está muy cruzada por el liderazgo personal. En la Ciudad, al estar tan pegada al escenario de la segunda vuelta hubo poco tiempo de campaña para que el electorado conozca a sus candidatos a diputados nacionales. Nos vamos a encontrar con sorpresas. No hay dueños de los votos en la Ciudad?, afirmó.
Estas elecciones funcionarán como un tamiz de malla grande. Aquellos espacios que presenten un candidato presidencial fuerte quedarán dentro, los otros?pasarán. Si bien el número de listas de candidatos a diputados que en la Ciudad quedarán fuera del juego no será alto, sí lo será el valor que jugará el porcentaje que esos candidatos obtengan. Y en ese contexto, el PRO (sin candidato presidencial que convoque), y Proyecto Sur (con una candidata presidencial poco conocida) serán los que más tengan para perder, luego de los comicios locales donde se ubicaron primeros y terceros en el apoyo del electorado.
?Esto es así de simple, el que saque un porcentaje bajo, aún siendo superior al piso requerido en la primaria, negociará su retiro de la elección, comprometerá su apoyo, y planteará acuerdos para que, en el caso de obtener cargos o el triunfo, obtenga su ?pago? por el gesto. A la oposición al Gobierno nacional le servirán las primarias para definir 3 candidatos que se enfrentarán con Cristina en octubre ?yo creo que serán Alfonsín, Binner y el tercero se definirá entre Duhalde o Rodríguez Saá, el que más puntos saque será el candidato del PJ disidente-. Si la Presidenta no consigue el triunfo en primera vuelta, entonces habrá nuevos acuerdos, Alfonsín, Duhalde y Rodríguez Saá jugarán juntos, De Narváez allanó el camino para esto. Lo que hará Carrió no se?pero no creo que tenga mucho electorado que ofrecer?, relató a NU una voz K.
Más allá de las especulaciones de futuros acuerdos, de bajadas de candidaturas o de imposibilidad de competir por no contar con el porcentaje mínimo establecido por ley, innegable es que, las primarias simultáneas, abiertas y obligatorias serán el sondeo de intención de voto más extenso de la historia argentina.