“Nunca nos gustaron las bengalas”

“Nunca nos gustaron las bengalas”

En charla con NU, sus miembros analizan su pasado, presente y lo que planean. Editan un fanzine y afirman que no les importa definirse en un estilo. Pero sostienen que el hardcore, en cambio, es su filosofía de vida.


A mediados de los 90, cuando el hardcore y el punk se encontraban en plena ebullición y los skates parecían convertirse en los nuevos medios de transporte, Eterna Inocencia comenzaba su camino en la música. Tras varios cambios de integrantes, el plantel actual de la banda lo componen Alejandro Navajas (bajo), Javier Pesquero (guitarra), Germán Rodríguez (batería), Roy Ota (guitarra) y Guillermo Mármol (voz). Noticias Urbanas dialogó con ellos, en un repaso por la escena actual y una lectura sobre el futuro.

?Siendo una banda en la que entran y salen integrantes, ¿cómo hacen para mantener una línea?
?Las personas que pasaron y están actualmente son personas que están conectadas; todos compartimos un mismo estilo de vida, eso hace a la esencia del grupo: entra uno y se va otro y se puede seguir bien. Y en el trabajo diario mantenemos ciertos códigos.

?En el género punk o hardcore, varias bandas mutaron hacia un sonido más radial o FM, ¿comparten esa visión?, ¿cómo viven esos cambios?
?Pasa por los objetivos, lo que uno se propone. Podés decir ?loco, hay que hacer un tema para que suene en la radio para acaparar más público? o seguir con tu forma de concebir la música, tus gustos y desarrollarte en un concepto musical sin importarte si pegás o no en la radio. Nosotros no nos planteamos ?hagamos un hit?, sino ?hagamos lo que nos gusta?. Partimos de tomar una problemática social, la letra, que es lo que más llegada tiene. No pensamos en mutar musicalmente para acceder a algo.

?De todas formas, el sonido de la banda cambió desde sus inicios hasta la actualidad.
?Cuando arrancamos estábamos influenciados por el punk y el hardcore neoyorkino, y todas las bandas cantaban en inglés. Después, de gira por Europa, se tomó conciencia del lenguaje, la importancia del castellano, y ese fue el principal cambio, se empezó a cantar en castellano. Y después se dejó de lado el hardcore, cuando pintó un tema lento y salió, o más metal. No nos estructuramos a los conceptos ya.

?El gran cambio fue romper con concepciones mentales más que musicales.
?Ya hace un tiempo que no nos importa definirnos en un estilo, pero sí tomamos el hardcore como estilo de vida.

?¿Y ese estilo de vida qué conlleva?
?La autogestión, la fraternidad, el respeto; que las bandas que tocan con nosotros no paguen por tocar, que a cada lado que vayas no cambies la forma de actuar. Y lo fraternal ante todo, no especular. Y estamos tranquilos a la hora de tocar, con el público, no hay violencia y hay una comunión.

?¿Qué cosas cambiaron con Cromañón?
?Tiene que ver con una cuestión cultural, que se trajeron cosas del fútbol al rock. En un recital nuestro, en Cemento, un pibe prendió una bengala y se le pidió que la apague; era una caja de zapatos eso. El mosh, el pogo, son de la cultura del hardcore. Me preocupa cuando un pibe se cae de cabeza, más allá de que el chaboncito esté bien. Pero estás tocando y ves que cae de nuca. Por eso tratamos de hablar con los pibes, que se traten bien.

?Aunque nunca falta el que se pasó de alcohol y mete algún codazo de más en el pogo.
?Hay bandas que lo fomentan y otras que no. Nosotros, por el estilo, es inevitable el pogo, pero los pibes conocen el límite y si alguien está cayendo o cayó mal, tratan de hacer una ronda y levantarlo. El otro día uno se rompió la cabeza y lo acompañamos nosotros al Hospital de Clínicas. Aunque no le pasó nada, se mandó y le salió mal. La preocupación es lo mayor; pero es la forma de baile del estilo. Cuando la cantidad de personas crece, la responsabilidad es mayor y se trata de tomar conciencia de eso. Estamos en contra de las porquerías de las bengalas y esas cosas, y no a partir de Cromañón, sino siempre. Antes algunas bandas lo aceptaban.

?Cambiando de tema, en sus canciones siempre tocan problemáticas sociales, ¿cómo eligen dónde poner el ojo?
?Hay hechos que son muy fuertes con respecto a nuestra sensibilidad, como fueron las muertes de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, que sin ser de ningún partido nos afectó y creíamos que era justo dedicarle una canción al aparato policial y político que nos exprime. Después, cuestiones de las que nos gusta escribir, son las libertades, el ?hazlo tú mismo?, la problemática mapuche.

?También editan un fanzine, ¿cómo surgió la idea?
?Surge a partir del sello discográfico, pensando en las cuestiones de qué hacer, si te quedás en tocar solo. Y pensamos en aprovechar el caudal de plata que entra para invertirlo en cuestiones que nos interesen y darles voz a personas que no tienen la posibilidad. Entonces, el fanzine se entrega gratuitamente en los recitales y otros lados; hay reseñas de libros, reportajes y sale cuando se puede, cada tanto. Se imprimen unos dos mil y se le intenta dar un criterio, no es imprimir por imprimir.

?¿Ya tienen en mente el nuevo disco de estudio?
?Está la idea de empezar a armarlo. Tratamos de darle un criterio, no nos apura nadie más que nuestras inquietudes. Primero hay que encontrar el concepto del disco. Nos gusta trabajar de forma independiente y la cuestión se cierra cuando entendemos el concepto de cómo va el disco, a partir de eso se hacen las canciones.

?¿Y qué otro proyecto tienen?
?Un documental con la historia de la banda, pero hecho con gente que participa indirectamente, por ejemplo el mozo del bar donde desayuna el cantante. Gente que está al tanto pero sin ir a los shows.

Te puede interesar

Qué se dice del tema...