?Hoy recordamos a 194 víctimas que murieron hace siete años. Nuestra oración se abre para abrazar a cientos de sobrevivientes y miles de tocados y atravesados por el dolor de la muerte. Para encontrar en nuestra historia tanta muerte joven de golpe tenemos que ir a tiempos de guerra o dictaduras. Nunca hubo tanta muerte joven en tiempos de paz y democracia?, sostuvo el obispo Jorge Lozano en la misa de la Catedral de la Ciudad.
?La muerte era evitable?, agregó Lozano acompañado por diversos sacerdotes en contacto permanente con las familias de las víctimas. ?Lo inevitable fue el dolor y la indignación. Aquella noche trajo desolación, desgarro interior, soledad y angustia. Las mariposas y las flores se tornaron grises, los peluches se enfriaron, los pechos amigos quedaron con un vacío que reclama presencias?.
En el séptimo aniversario por la mayor tragedia no natural del país, la iglesia denunció como se aumentó el dolor ?algunas actitudes que dejan el nefasto mensaje del ?aquí no ha pasado nada? y dan vuelta la cara?.
Al cierre de la ceremonia religiosa se colocaron 194 velas en el altar para luego marchar hasta el santuario a metros del boliche incendiado.