Mariano Narodowski, actual ministro de Educación porteño, a igual que su par de Salud, Jorge Lemus, llegó al gabinete de Mauricio Macri de la mano de la vicejefa de Gobierno, Gabriela Michetti, y de un muy bien ganado prestigio en el mundo intelectual.
Todavía muy pocos sabían que las alumnas de la Universidad de Quilmes se quejaban de que el pedagogo les dispensaba un trato "poco académico" y que don Mariano gustaría de caminar descalzo por su despacho, según contaron a Noticias Urbanas algunas malas lenguas de gente allegada a un empinado legislador PRO.
Chismes aparte, lo cierto es que a esta altura Narodowski ha logrado que todas las miradas se posen sobre él, quizá no tanto por su ineficiencia, sino por falta de cintura política, mérito que comparte largamente con varios colegas del gabinete de Macri.
Hay que decir que su ministerio, en materia de infraestructura, tiene una alarmante subejecución presupuestaria, que llegaría apenas al 6 por ciento. No obstante, justo es reconocer, hacer obras de infraestructura no es soplar y hacer botellas.
Pero el dato le sirve a la oposición para cargar las tintas contra don Mariano.
Así por caso los diputados opositores lograron que fuera a la Legislatura para dar explicaciones por el cuestionado recorte de las becas estudiantiles y la subejecución presupuestaria, dos veces en menos de 15 días.
Y la verdad es que la primera vez se la hicieron pasar mal, pero la segunda, él se los cargó a ellos. Hay que ver si esa performance le alcanza para mantenerse dentro del gabinete, o no. Sobre todo en estos tiempos raros, donde la relación entre Michetti y don Mauricio Macri no sería la de otros tiempos. Sobre todo porque ella habría descubierto que siguen en vigencia ciertas prácticas con las que no comulgaría, aunque Mauri supone candorosamente que ella no lo sabe. Parafraseando a la legisladora K, Gabriela Cerruti, la situación sería la siguiente: Michetti estaría cual Gustavo Béliz que "descubrió de un día para el otro que había entrado ?con zapatitos blancos a un lodazal?".
Pero volvamos a Narodowski. Él -que es un hombre que en sus |años mozos militaba en la Federación Juvenil Comunista y que participó de legendarias tomas de colegios en la década del ?70-, un día decidió aumentar el monto de las becas estudiantiles, que hasta ese momento tenía un valor "insultante" o "indigno", como afirmó en la Legislatura la primera vez que le tocó venir. Ya que los chicos más vulnerables económica y socialmente terminaban cobrando unos 120 pesos para afrontar gastos durante todo el año escolar. De esta manera el ministro llevó el monto de las becas a 600 y 800 pesos.
El problema se planteó cuando concomitantemente debió reducir considerablemente la cantidad de beneficiarios.
Por supuesto que la queja estudiantil no se hizo esperar y la oposición en la Legislatura porteña salió con los tapones de punta a reclamar la presencia de Narodowski en la comisión de Educación para explicar qué había pasado.
Así y a pesar de los consejos de los legisladores PRO, Diego Santilli y Oscar Moscariello, Narodowski tomó la decisión, junto al secretario general del Gobierno, el también "michetto", Marcos Peña, de enfrentar a la oposición que lo estaba esperando atrincherada en el Salón Juan Domingo Perón, junto a representantes de los centros de estudiantes, padres, docentes y sindicatos.
Previamente, Narodowski había tenido una charla bastante desagradable con otro "michetto", Martín Borrelli. Resulta que Borrelli había entrado esa mañana cual "Heidi" con dos docenas de facturas en la mano, al despacho de Santilli, donde se encontraba ya el ministro de Educación. Sucedió que en un momento quedaron solos Narodowski, Borrelli y la diputada de la Coalición Cívica, Diana Maffía, en el Salón Eva Perón. Allí el ministro, ante una pregunta de Borrelli sobre si iba a ir a la reunión de marras, aquel le habría contestado: "Ustedes son los que saben y si me dicen que tengo que ir lo voy a hacer". Maffía habría recogido el guante y le habría espetado a Borrelli: "¿Pero cómo lo van a hacer pasar por esa situación a Mariano? ¡Martín, por favor!". Narodowski, a su vez, habría agregado: "¿Viste? No lo digo yo, te lo dice una diputada de la oposición. Así que pónganse las pilas ustedes los diputados y defiéndanme, porque allá en el gabinete todos sabemos que no trabajan y que además no sacan la cara por los ministros cuando vienen a la Legislatura a informar". Borrelli no contestó y se fue dando un portazo que sonó a un "¡por qué no se van bien a la mierda!".
Lo que siguió ya todos lo sabemos. Narodowski terminó reunido con los diputados opositores y con la cara llena de dedos. Entre otras cosas porque demostró que no contaba con cierta información de la que los legisladores le pedían precisiones.
Ese fin de semana hubo una reunión en la casa de Michetti donde varios integrantes del gabinete le contaron que no se sentían bien tratados cuando iban a la Legislatura por los propios legisladores de PRO. "Ahí Gabriela compró y en una reunión de gabinete ella tiró sobre la mesa esta queja a Diego Santilli, que quedó desconcertado", contó un destacado "michetto" a Noticias Urbanas. Pero no quedó ahí. Después Michetti se hizo presente en una reunión del bloque PRO a hacer el mismo reproche. Y el clima siguió caldeado. Dicen que en la interna macrista, que los "michettos" son aún más "sanguinarios" que los "larretistas", que no son justamente nenes de pecho.
Dicen también que el desborde de Michetti por lo que había pasado con Narodowski estaba inscripto en realidad en el recrudecimiento de la interna con el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta.
Y en este contexto se estaría librando una discusión sobre si Macri tiene que unificar la elección a legisladores de la Ciudad con la de diputados nacionales en 2009. Michetti estaría pidiendo que sean unificadas, entonces ella se pondría a la cabeza y "si gana se queda con todo. Es decir una posición que en política no existe", sostuvo una alta autoridad PRO a Noticias Urbanas.
Así las cosas, antes de ayer los PRO fueron sorprendidos por los legisladores opositores con un pedido de interpelación a Narodowski en el recinto, luego que el ministro se había negado a asistir una vez más a la Legislatura a seguir dando explicaciones sobre las becas.
De esta forma, el ministro fue sentado nuevamente frente a los sindicatos docentes y los chicos de los centros de estudiantes. Pero ahí se dio vuelta la tortilla. Aparecieron las cámaras de televisión y lo que se pudo ver fue a un grupo de adolescentes debatiendo con el ministro, y no justamente en los mejores términos, ya que llegaron a faltarle el respeto a Narodowski. Pero Narodowski esa vez había ganado la partida, ya que el desborde de los chicos lo terminó victimizando. Por otra parte, se anotó unos cuantos puntos al anunciar que iba a otorgar casi 16 mil becas más, a las ya entregadas, que eran unas 30 mil.
Lo que no está muy claro es si Narodowski va a ser capaz de sobrevivir a la interna macrista. Sobre todo porque la cintura política no sería justamente uno de sus méritos.



