Casi como una constante del padecimiento, las brechas por donde explota el déficit habitacional parecen ahondarse a fin de año. Ahora, 26 familias que ocupan un edificio ubicado en la avenida Boedo y su cruce con Chiclana, resisten la orden de desalojo que recibieron.
La medida judicial que debería cumplirse a la brevedad fue rechazada por los ocupantes quienes aseguraron no tener otro sitio para vivir ni tampoco alguna solución, según trasmitieron a la agencia TELAM.
La jueza Margarita Braga fue quien aceptó el pedido de desalojo presentado por el síndico Rafael Benjar pese a que algunas madres aseguraron ante las cámaras que, de ser necesario, usarán a sus hijos como escudo para no quedar en la calle.
"La Legislatura intervino y recomendó que atendieran a estas familias en el marco de la ley 341 de créditos particulares para estos casos, pero todavía eso no se hizo efectivo", explicaron comuneros de la zona en conflicto.
Según pudo saber Noticias Urbanas, se está censando a las familias pero además de esa acción, todavía no hay una contrapropuesta que evite que las cosas pasen a mayores.