El lunes 19 de mayo, cerca de las 16, se reunió la Comisión de Seguridad de la Legislatura porteña, para discutir sobre el proyeco de ley que busca dotar a la Ciudad de policía propia. Para la ocasión se hicieron presentes la defensora del Pueblo porteño, Alicia Pierini; Marcelo Vázquez, en representación del Poder Judicial local, y Manuel Izura, en representación del Ministerio Público Fiscal. Quienes los recibieron fueron apenas tres legisladores: la presidenta de la comisión Silvia La Ruffa (FpV), Cristian Ritondo (PRO) y Gonzalo Ruanova (Diálogo por Buenos Aires).
En primer lugar, Pierini llamó la atención sobre el núcleo de la discusión, la cual no debía ser solamente la policía sino toda la cuestión de seguridad. Los oradores, cada uno con sus palabras, coincidieron en que la policía porteña puede representar un avance o no, pero que de cualquier forma es insuficiente si no es acompañada por un cambio general en las cuestiones de seguridad.
"Si no partimos de lo general, que son las líneas estratégicas de seguridad, y dentro de ellas insertamos lo particular, que es el servicio de policía, va a terminar siendo ésta la que imponga la estrategia y no la Legislatura", manifestó Pierini. Además -agregó- hemos olvidado que la propia Constitución, en su artículo 35, ordena al Ejecutivo crear un organismo que fijará los lineamientos estratégicos, así como también le ordena la creación del Consejo de Prevención del Delito, con carácter consultivo y que ya fue creado. Son dos organismos distintos -afirmó la defensora- uno técnico estratégico y de control, el otro honorario y de consulta".
"En cuanto a la ley policial que está presentada por el oficialismo, no tenemos mayores objeciones, sólo queremos que forme parte de un marco general y estamos trabajando en un proyecto de ley marco que presentaremos en pocos dìas más", señaló Pierini.
Entre otras problemáticas, se discutió la relación entre la policía y los fiscales y la necesidad de un marco legislativo que delimite las atribuciones de cada uno, más allá de si finalmente se aprueba o no la creación de la policía porteña.
Con respecto a esto, tanto Izura como Vázquez destacaron que una de las principales falencias es la falta de conocimiento de los oficiales acerca de los procedimientos a seguir en las diferentes situaciones, lo que puede dar lugar a una distorsión de los roles.
Izura, además, destacó la importancia de contar con una instrucción de los oficiales que les permita poseer los conocimientos necesarios para manejarse ante los diferentes procedimientos. Finalmente, afirmó que el tratamiento de esta ley es un gran paso adelante, ya que una política en materia de seguridad se hace cada vez más necesaria. "Cada área debe aportar lo suyo para que se tengan en cuenta todos los aspectos" indicó, agregando que "hay que hacer especial énfasis en la prevención del delito y en la presencia policial para recuperar el espacio que se ha perdido".
Por su parte, Vázquez se refirió a la necesidad de que esta nueva ley pueda ser útil tanto para la Policía Federal, como en el caso de que se constituya la policía local. También mencionó a la Ley Cafiero, recalcando la importancia de que se tenga en cuenta la funcionalidad de la ley y no sólo su nivel administrativo.