"En Palermo, la gente me reconoce en la calle. Nunca me he privado de salir, de ir al mercado, de viajar en colectivo. La gente tiene muy buena onda, mucho cariño. Esa cosa del ?ahhhhh? es para las estrellas, uno es actor. En el barrio todos me conocen. Me pasó de salir sin dinero y decirle al electricista o al verdulero que me olvidé, que después se lo pago y está bien. Son nueve años que vivo ahí. Al chico del kiosco de revistas le pido: ?¿Me dejás hojear tal cosa?? y no hay inconveniente. O te avisa: ?Mirá, Leonor, que salió tal artículo…?. Los amigos que tengo del medio comparten afinidades, como Ingrid Pelicori, que viaja en colectivo. Estoy en contacto con la gente, si no, ¿cómo hago a los personajes?
Para mi trabajo me baso en lo humano. Se me pegan cosas. Me acuerdo de que con mi hermano íbamos en el colectivo y si había alguna persona con una característica que me atraía, la miraba. Él me codeaba para que parara. Siempre me fascinó el ser humano. Hoy, justamente, voy a ir a un curso de ?payamédicos? (NdR: médicos que usan el humor para aliviar a los enfermos), ya que no tenés que ser necesariamente médico. Ponerme una nariz de payaso y leer un cuento es algo que me encantaría hacer.
Estoy ensayando Frankie and Johnny, para debutar el 16 de junio en el Picadilly, con Florencia Peña y Luis Luque. Yo soy la directora. A fin de año voy a actuar en Ten piedad de mí, en el Centro Cultural de la Cooperación, con Cacho Bidonde, Ingrid Pelicori y Pochi Ducasse. Al mismo tiempo, voy a dirigir Antígonas, de Alberto Muñoz, con Ingrid Pelicori y Claudia Toma. El ensayo de Frankie and Johnny viene bien. La película está inspirada en la obra de teatro que estuvo en Nueva York. Es un proyecto del que me había hablado Daniel Grinbank hace dos años. Se postergó y a fin de 2008 dijo: ?Vamos a hacerlo?.
Recién se estrenó Luisa, una película dirigida por Gonzalo Calzada, su primer largometraje. Es la historia de una mujer que, a un año para jubilarse, tiene una vida muy estructurada y un gato. Un día el gato no está más. La echan
de los dos trabajos que tenía y se ubica en el mundo del subte. Ve gente que vende cosas o mendiga porque le falta una pierna y lo toma como una solución a su vida. Tiene un aspecto social pero no enfocado desde ese punto de vista, ya que se eligió contar la historia desde un lugar menos naturalista. En diciembre, filmé en Perú Los condenados, de Iñaki Laquista, un director catalán, con Daniel Fanego, María Florentino y Juana Hidalgo. Es sobre gente que en los 70 estuvo en alguna agrupación y se reencuentra hoy. En marzo, al volver de España de la gira de 4.48 Psicosis, ya estaba comprometida para filmar con Marco Carnevale, Anita, con Norma Aleandro, Luis Luque y Alejandra Manzo, que gira sobre el atentado a la AMIA.
Siempre me levanto temprano, y los martes y jueves voy a la clase de yoga que da una amiga de mi hija Paloma. Después me tomo unos matecitos, una naranja y me vengo a ensayar desde las 10 de la mañana hasta las 14. Vivo en Palermo desde hace nueve años aunque también viví en Belgrano y Urquiza, y antes en Constitución, por Montes de Oca. Nací en Almagro, viví en Mármol y Pareja hasta los cinco años. Después me mudé a Villa Ballester. Ahí surgió mi vocación por ser monja. Mucha gente tiene búsquedas espirituales. Tenía un mambo con Dios y lo espiritual pero que no me venía de cuna. Mis padres eran católicos, pero no era algo especial. Fui a la escuela Nº 11 de Villa Ballester pero después me mandaron a una escuela de monjas. Me encantaba ese ritual de teatro que tiene la misa, las monjas que cantaban. Llegaba a la escuela y me iba a la iglesia, cosa que no hacía ninguna de mis compañeras.
Tengo dos hijos. Paloma (26) es actriz. Trabajó el año pasado en una versión de Ausencia en el San Martín y filmó cuatro películas que se estrenan ahora. Mi hijo Lucas (35) es músico. Si mantuvieron una veta artística fue su decisión. Ellos presenciaron momentos de amargura, de no tener trabajo pero también de felicidad y alegría. Estoy segura de que lo percibieron. Ahora Lucas se anotó en un curso de actuación en el Rojas. Sigue con la música pero es algo que él tiene ahí. Tengo un muy buen vínculo con ellos.