“El peronismo es un gran revelador"

“El peronismo es un gran revelador"

Él, que no se considera un escritor oficialista, celebra que el movimiento fundado por Perón sea capaz de pegarle, de vez en cuando, “una patada en el culo a la cultura”.


¿Por qué de boca de un poeta se oye el mejor análisis político? ¿Por qué no de un politólogo, de un analista, de un encuestador? ¿Por qué Alejandro Rubio? Los que lo conocemos, sabemos que Rubio proyecta una inteligencia impiadosa, es decir, está dispuesto a ofender. Parece hablar desde esa frontera simbólica a la que dicen que Platón confinó a los poetas hace miles de años. Y sin embargo, a veces su pensamiento se suspende en veleidades, como mariposas que sobrevuelan el río de las corrupciones políticas y literarias.

?Es importante ser peronista ahora, desde la literatura. Es importante no dejarles la cultura a los radicales, a los conservadores y a los marxistas?, dice.

?¿Existe la literatura peronista?
?No existe la literatura peronista como no existe la radical ni la conservadora. Existen escritores peronistas que le dan una inflexión a la literatura, que se puede relacionar o no con la doctrina y la historia peronista. Autores peronistas hay de sobra. Por lo menos en poesía, el peronismo, a partir del 55, se asocia con cierto tipo de vanguardia que no se puede etiquetar como de origen europeo o norteamericano; es una inflexión especial de la lengua nacional que aparentemente los poetas peronistas, por ejemplo, Leónidas y Osvaldo Lamborghini, captan mejor que otros. Incluso dentro de nuestra generación podemos encontrar ciertos poetas que no sé si se definirán como peronistas pero sí relacionados con el peronismo por algún lado de su historia personal o familiar, como Martín Gambarotta, que ve en la lengua nacional un objeto extraño. Y ésa sería la definición de ciertos poetas peronistas: gente que ve desde afuera algo que para otros poetas es un patrimonio, un tesoro.

?Hablás de una relación que se funda del 55 para acá. ¿Qué relación tiene con el contexto político?
??Las patas en la fuente? sí tiene que ver. Zelarayán, cuando levanta a todos los cabecitas negras del interior y sus hablas, también u Osvaldo Lamborghini, cuando entrecruza consignas peronistas de derecha e izquierda en ?El Fiord?, también. Ésa es la relación con el contexto, es una relación más pesada que la relación de Incardona: ?Soy de Villa Celina. Villa Celina es peronista, por lo tanto, yo soy peronista. Entonces hago relatos sobre la Villa Celina peronista en prosa indigente?.

?¿Vos te considerás oficialista?
?No me considero un escritor peronista oficialista. O un representante del kirchnerismo, tal como el kirchnerismo lo quisiera en este momento. El peronismo no entiende cuál es su literatura hasta que pasan 30 años. Y el kirchnerismo no va a entender quiénes son los verdaderos autores kirchneristas hasta que pase ese lapso. Ahora creen una cosa, como en el 45 se pensaba en cualquiera de los cuarentistas nacionalistas de derecha que le escribían odas a Perón. Los kirchneristas ahora no saben lo que es la literatura kirchnerista.

?¿Y creés que dentro de tres décadas vas a ser rotulado como un escritor kirchnerista?
?Yo apuesto a que sí. A que yo, Gambarotta, Gonzo (NdR: Diego Sánchez), vamos a ser caratulados como escritores kirchneristas.

?¿Cuál sería esa particularidad?
?La particularidad de la literatura kirchnerista es la de la revancha, el espíritu revanchista llevado a todos los niveles de la escritura y del objeto literario.

?El discurso del menemismo planteaba la reconciliación, la aceptación del capitalismo y de la globalización. El del kirchnerismo, en el plano simbólico, plantea ?desenterrar los fierros?, el conflicto. ¿Cómo ves vos este momento?
?Sería, en vez de desenterrar fierros, crear medios, según la frase que le adjudican a Kirchner (?Ahora los fierros son los medios?). Si la disputa está en esa pantalla, bueno, intervengamos desde allí también nosotros, no nos quedemos únicamente con los actos y las banderas en la calle cada vez que hay un 24 de marzo. Peleemos día a día donde la gente ve la pelea política, que es la televisión, los medios en general, internet? A mí me gusta mucho que haya tanta discusión política en los blogs.

?¿Por qué?
?Precisamente porque hay discusión política, cosa que en los 90 no se veía. En los 90, la discusión política era un campito estrecho donde no te podías mover ni muy a la derecha ni muy a la izquierda. No había mucho margen de maniobra para discutir cosas del estilo de cómo pagar la deuda externa o si está bien o no nacionalizar algunas cosas. Ahora sí, y eso lo crea un ámbito de debate y de posiciones encontradas. En segundo lugar, permite que cada cual sepa quién es, que ya no pase la división de aguas por una zanja artificial como fue el menemismo versus el antimenemismo, donde en este último estaban desde los peronistas del 45, como mi viejo, hasta las gorilas finas como Silvina Walger, que se ofendía porque los menemistas tenían mal gusto y eran nuevos ricos. Ahora las cosas están claras: la cosa está dividida entre izquierda y derecha, no sé si en términos marxistas clásicos, pero sí hay claramente una izquierda y claramente una derecha.

?Vos decías al principio que el peronismo no tenía que ceder terreno en la cultura. ¿Podrías ampliar la idea?
?No me molesta que hayan radicales, marxistas y conservadores que hagan cultura. Soy democrático, pero me parece que hay una especie de lugar común o tic social que asocia peronismo con cierta brutalidad espontaneísta. El peronismo sería como las masas secas, y los otros, las masas finas. Los peronistas seríamos las masas oscuras, el subsuelo sublevado de la República, y los otros, las cabezas que interpretan la sociedad y la dirigen. Pero eso, de hecho, nunca fue así: siempre hubo intelectuales y artistas peronistas.

?¿Qué libros tuyos estás editando en estos días?
?Edito un libro llamado La garchofa esmeralda, así titulado, que reúne tres prosas breves: una es la ?Autobiografía podrida?, otra es una novela inédita llamada ?Martina? y otra es un pequeño ensayo titulado ?La Literatura argentina es el mal?.

?¿De qué modo trabajás el peronismo en tu literatura?
?Es la forma pregnante que organiza mi relación con la lengua argentina. Históricamente, Perón fue el único presidente antiburgués de la Argentina, como bien dijo Carlos Correas en su momento. ¿Qué hay más antiburgués que un escritor? O mejor dicho: ¿no debiera un escritor ser antiburgués en este momento? El peronismo significa una especie de descubrimiento de la realidad tal como es, de la Argentina tal como es, con todo lo hermoso y todo lo horrible que tiene eso, y la prueba es que después de Perón muchos tipos, como Martínez Estrada, muchos seguidores suyos, ya no podían pensarlo con los esquemas anteriores a Perón. El peronismo es un gran revelador como ideología y como hecho político. Revela qué es cada uno. Eso por el lado práctico, y por el lado simbólico, a mí me simpatiza que el peronismo tenga esa relación un poco desvergonzada y desfachatada con la cultura, que sea capaz de pegarle una patada en el culo a la cultura de vez en cuando. Eso, contrastado con el respeto de saco y corbata radical, contrastado con la paquetería y el empaque con que se suele considerar la cultura oficial y no tan oficial en la Argentina, me parece muy simpático. Entonces, yo prefiero estar de ese lado que ponerme saco y corbata.

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