“Desde el Ministerio de Seguridad se ratifica que a la Policía se la debe respetar y no se la puede agredir. Y si algún efectivo actúa fuera de la Ley deberá afrontar las consecuencias de sus actos”, arranca el texto.
Para luego continuar de la siguiente manera: “Por ello, se inició una investigación disciplinaria que derivó en la decisión de pasar a disponibilidad a un oficial primero de la comisaría 8 A, a fin de facilitar al Juzgado interventor la investigación de los hechos ocurridos en la Villa 20 de Lugano#.
“El sumario interno está a cargo de la Oficina de Transparencia y Control Externo del Ministerio de Seguridad y de Asuntos Internos de la Policía de la Ciudad”, agrega el comunicado.
La Policía también dio su versión de los hechos: “El 25 de diciembre a las 12:48 horas ingresa un llamado al 911 de una mujer que solicita presencia policial en Chilavert y Araujo, porque personas alcoholizadas estaban tirando botellas contra su domicilio. Luego se recibieron dos llamados más al 911 denunciando una pelea entre vecinos con personas que se arrojaban botellas entre sí”.
“Al lugar arribó personal de la División Unidad Táctica de Pacificación que solicitó el cese de las agresiones y al no acatarse la orden se inició una refriega con las personas que estaban peleando. Los efectivos policiales comenzaron a ser agredidos físicamente recibiendo golpes de piedras y botellas. Y tres policías resultaron con lesiones de distinta gravedad. Ante esta situación solicitaron refuerzos y llegaron al lugar efectivos de la comisaría 8A”, explicaron desde el ministerio..
El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 20 dispuso iniciar actuaciones con la Policía Federal. La Policía de la Ciudad entregó celulares, cámaras y los elementos antidisturbios utilizados para aportar a la investigación.

