La escena aún es imaginaria. Uno de sus interlocutores habituales acepta que monseñor Jorge García Cuerva “estaría evaluando” la posibilidad de ser candidato a presidente de la nación en 2027.
La misma fuente garantiza que el arzobispo de Buenos Aires, el mismo cargo que ocupó, Jorge Bergoglio antes de convertirse en el papa Francisco, “es una persona sumamente preparada” por su formación pastoral asociada a las personas de menores recursos. Un representante del espíritu de los curas villeros.
En su currícula académica se destacan una licenciatura en derecho y estudios superiores en teología y derecho canónico.
García Cuerva “hace años que piensa como deben resolverse los problemas estructurales de la Argentina, con una agenda que incluye la lucha contra el narcotráfico, la corrupción y la pobreza.
Para muestra basta repasar la misa del último 7 de agosto en la celebración de San Cayetano. Allí, en el barrio de Liniers subrayó la “injusticia social” que envuelve a buena parte de los argentinos.
“Somos custodios y guardianes de los más pobres, de los más débiles, de los ancianos que siguen esperando una jubilación digna. Somos custodios de los discapacitados y de todos los enfermos. No podemos desentendernos de los que sufren, de los que revuelven los tachos de basura….”, dijo.
El arzobispo hablará nuevamente el próximo 25 de diciembre, por la mañana, en la misa de navidad que se celebrará en la catedral porteña. “Hasta último momento no sabemos qué va a decir”, asegura una de sus colaboradoras. Contenido enérgico pero de modos mesurados.
¿Estará el presidente de la nación, Javier Milei?. Todavía en casa de gobierno nadie confirma nada. “Milei va a estar incómodo” analizan en el entorno presidencial y mucho más si trasciende antes de navidad que el religioso podría incursionar en el mundo político.
Noticias Urbanas pudo establecer que el círculo rojo o cuadrángulo de hierro está formado por García Cuerva como estandarte, Víctor “tucho” Fernández, ligado a los movimientos sociales e hincha de San Lorenzo de Almagro, Angel Rossi, arzobispo de Córdoba y Gustavo Carrrara, a cargo de Cáritas Argentina. Todos alineados con la doctrina del papa Francisco.
García Cuerva viene de la Patagonia austral. Francisco lo convirtió en obispo de Río Gallegos (2019-2023), ciudad donde nació hace 57 años. En la provincia de Santa Cruz fue un permanente buscador de consensos, al igual que cuando desembarco en la arquidiócesis más importante del país.
“Monseñor habla con todos”. Parece una frase de redes sociales pero oficialmente registra reuniones con libertarios, peronistas, radicales, socialistas, y quien pida una audiencia.
Aunque no es propenso a salir de gira por los medios de comunicación el reducido staff de colaboradores de prensa atienden “a todo el mundo”. La amabilidad, aunque guardan celosamente información estratégica, es una de las “bajadas de línea” que deben aceptar todos los colaboradores.
Un veterano dirigente político, ex ministro del interior, se quedó pensando unos segundos cuando este medio le traslado una eventual candidatura de García Cuerva a la máxima investidura de la república. “Me gusta”, contestó como si fuese un like de Instagram.
En los archivos hay antecedentes de representantes del catolicismo que llegaron al poder. El caso más notable lo constituye la presidencia de Fernando Lugo que gobernó los destinos de Paraguay durante casi cuatro años
La política criolla busca referentes, nuevos o viejos, para disputarle el poder de reelección a Milei, un dirigente desconocido hace cuatro años que llegó sin ninguna estructura.
La logística, en este otro caso, es que hay una iglesia en cada pueblo, paraje o ciudad.
Los aires parece que empiezan a soplar de nuevo desde el sur. El escenario 2027 está lejos. En la Argentina una semana es una eternidad.
