En un reciente estudio realizado por la Universidad de San Andrés, se ha puesto bajo la lupa el poder y la influencia de ocho figuras clave del Gobierno argentino. La encuesta, realizada tras la contundente victoria electoral del oficialismo, busca responder a la pregunta central de quiénes tienen mayor influencia en las decisiones del Ejecutivo. Los resultados revelan paridades sorprendentes, especialmente entre los hermanos Javier y Karina Milei, así como entre los Caputo.
La encuesta abarcó 1,005 casos en todo el país y ofrece una visión actualizada de la coyuntura política. Javier Milei, presidente de la nación, obtuvo un 54% de respuestas que afirmaron que tenía “mucho” poder y un 22% en “algo”, mientras que su hermana Karina Milei suma un 53% de “mucho” y 23% de “algo”, lo que indica una influencia casi equivalente en las decisiones de Gobierno. Esto resulta notable dado que, en términos de imagen, Javier tiene un 43% de imagen positiva en contraste con el 20% de Karina.
La segunda paridad destacada en los resultados se da entre Santiago Caputo y su tío, Luis Caputo. Santiago, asesor poderoso e integrante del llamado “Triángulo de Hierro”, obtuvo un 31% de “mucho” poder y un 34% de “algo”, lo que suma un total de 65 puntos. Luis, por su parte, se acerca con un 28% y un 36%, totalizando 64 puntos en cuanto a influencia. Esta cercanía en los números sugiere una competencia interna palpable entre ambos.
Otro par de figuras relevantes son Manuel Adorni y Martín Menem, quienes también se encuentran en posiciones similares. Adorni, jefe de Gabinete, ocupa el quinto lugar con un 14% de “mucho” poder y un 34% de “algo”, sumando 48 puntos. Menem, titular de Diputados, lo sigue de cerca con un 13% y 34%, totalizando 47 puntos. Esta situación revela una fragmentación del poder dentro del gabinete.

En el escalón más bajo de la tabla, se encuentran Eduardo Menem, conocido como “Lule”, con un 12% de “mucho” y un 29% de “algo” (41 puntos), y Victoria Villarruel, que ocupa el último lugar con solo un 4% de “mucho” y 16% de “algo”, totalizando 20 puntos. Este descenso en su apoyo es indicativo de una pérdida notable de poder en el seno del Gobierno.
Villarruel, quien tuvo un inicio relativamente fuerte en su imagen, ha enfrentado una caída significativa en su popularidad. Este descenso se puede atribuir a la creciente crítica hacia la vicepresidenta, especialmente desde la llegada de los libertarios al poder. Su situación es un claro reflejo de cómo la dinámica política puede cambiar rápidamente en función de los resultados electorales y la percepción pública.
La encuesta de la Universidad de San Andrés aporta información valiosa sobre las relaciones de poder dentro del Gobierno argentino, destacando las paridades entre figuras clave. A medida que el oficialismo avanza en su gestión, será interesante observar cómo estas dinámicas se desarrollan y si las percepciones de poder se traducen en decisiones efectivas en el manejo del país.
