El ministro de Economía, Luis Caputo, publicó en su cuenta de X que “nunca hablamos con los bancos de un rescate, ni de 20 mil millones”, y calificó como una maniobra destinada a generar confusión las versiones sobre un préstamo privado por esa suma. Sin embargo, un video de una entrevista concedida a Esteban Trebucq, antes de las elecciones legislativas del 26 de octubre, muestra a Caputo afirmando lo contrario: “Estamos trabajando por otra facilidad por otros 20.000 millones”, dijo en ese reportaje, aunque evitó dar precisiones sobre los orígenes del ofrecimiento.
Frente a esos reportes, las entidades bancarias habrían reorientado su oferta hacia una línea mucho más acotada: un repo por 5.000 millones de dólares destinado a cubrir vencimientos inmediatos, como los aproximadamente 4.000 millones que el país debe afrontar en enero. La caída o reducción de ese financiamiento privado intensifica la presión sobre las reservas del Banco Central, que según analistas presentan niveles netos negativos o muy bajos, y obligaría a buscar alternativas para sostener el régimen cambiario.
Yo no sé si Caputo cree que todos somos boludos.
Ahora dice que nunca habló de un préstamo de 20 mil millones, pero en el video se lo escucha claro: “estamos trabajando en otra facilidad por OTROS 20 MIL MILLONES, y no te puedo dar más detalles porque esto es confidencial”. pic.twitter.com/v3LJriE3ID— fabio rosales (@fabiorosales2) November 21, 2025
La posibilidad de que el paquete original no se materialice expone una debilidad en la estrategia oficial para reforzar las arcas del BCRA y dar un respiro al mercado cambiario. En ese contexto, la administración había deslizado que esos fondos robustecerían al Banco Central; ahora, la suspensión parcial del crédito y las reservas menguadas dejan en duda la viabilidad de esos planes en los términos inicialmente proyectados.
El contraste entre la declaración previa de Caputo en televisión y la posterior desmentida oficial genera interrogantes sobre la coordinación comunicacional del Gobierno y la existencia efectiva de negociaciones con bancos internacionales por la suma citada. Mientras tanto, especialistas económicos advierten que la falta de ese apoyo privado podría forzar mayores ventas de reservas por parte del BCRA, profundizando la fragilidad de sus activos líquidos.
En el plano político, la polémica llega en un momento sensible: tras los resultados electorales favorables a la gestión actual, cualquier versión sobre auxilios financieros externos o acuerdos secretos adquiere mayor repercusión pública. La controversia por el video y las versiones cruzadas sobre el préstamo mantienen en alerta a los mercados y a la opinión pública, que esperan aclaraciones determinantes sobre la magnitud y las condiciones del financiamiento que el Gobierno realmente buscó.



