Milei: R&R, inflación, desgaste y un ajuste que se profundizará a fin de año

Milei: R&R, inflación, desgaste y un ajuste que se profundizará a fin de año

Las primeras encuestas del día después muestran una disconformidad que debería ser tomada en cuenta. Macri quiere aprovechar el desgaste. El 31,3% de inflación anual no deja lugar a más ajuste.


La espectacularidad de las sensaciones a veces enmascara la verdad. Más aún, cuando el decorado está diseñado para encandilar al público. Así, un mago ejecuta sus artes de birlibirloque y construye una realidad ficticia, más feliz que la cotidiana. La ilusión fue siempre más alegre que la verdad.

Esto viene a cuento porque algunas consultoras de opinión pública comenzaron a medir el pulso de los comicios del 26 de octubre último y los resultados no fueron los que se esperaban en “el día después”.

La consultora D’Alessio Irol-Berensztein halló que el 45% de sus encuestados consideraban estar “felices” con el resultado -30% “muy felices” y 15%, “algo felices”-, pero el 52% de sus entrevistados no compartió una sensación similar, por lo que el 44% se mostró “nada feliz” y el 8%, “poco feliz”.

Al mismo tiempo, el 62% consideró que la situación económica es, en estos días, “peor” que la de 2024. El 35%, por su parte, dijo estar “mejor”. El 74% de los votantes de LLA se mantiene optimista, mientras que el 96% de los que eligieron a Fuerza Patria nadan en la dirección contraria.

La encuesta se desarrolló entre el 29 y el 31 de octubre, sobre 1.100 casos en todo el país.

La matemática electoral, aún fría como es, muestra además las sensaciones reales que motivaron el voto. El Pueblo argentino no estaba preparado para soportar la profundización de la crisis que desató el propio Javier Milei cuando asumió el gobierno en diciembre de 2023. Los sondeos previos al 26 de octubre amenazaban con una hecatombe del dólar en caso de un triunfo opositor y ese miedo fue uno de los factores -no el único- que favoreció a La Libertad Avanza.

El otro gran aporte para la victoria libertaria fue la inexistencia de la oposición. En números anteriores de Noticias Urbanas Digital analizamos la crisis del frente opositor, que ha inmovilizado las energías del peronismo y ha llevado a una derrota que no le será fácil revertir.

De todos modos, hay demasiados votantes del oficialismo que tienen dudas sobre el rumbo de la economía. El 26% no es tan optimista, porque es un voto circunstancial. En cambio, el 96% los votantes de FP consideraron que su situación económica pende de un hilo o de los humores del mercado, lo que viene a ser casi lo mismo. Allí existe un abismo en la opinión pública, que recibe estímulos contradictorios permanentes, movilizados por las redes sociales y algunos medios de comunicación.

El Pro, por la vuelta: Afuera es noche y llueve tanto…

Otrora, el partido amarillo fue la representación del liberalismo argentino, más o menos acabadamente, pero el huracán Milei arrasó con su base electoral utilizando el método de radicalizar el enfrentamiento con el “populismo”, encarnado en el peronismo.

Harto de “la experiencia LLA”, Mauricio Macri volvió a convocar a su hueste esta semana, para arengar por la vuelta a tener candidato Pro en 2027. La realidad viene siendo amarga para el expresidente, que debió soportar que los libertarios se llevaran hasta a su candidata presidencial, que desertó con armas y bagajes hacia la tropa violeta, en sus propias narices.

Su propia experiencia le dictó a Macri la oportunidad. En 2017, cuando su candidato le ganó a Cristina Fernández de Kirchner en la Provincia de Buenos Aires, en un combate que se presentaba complicado, su primer reflejo fue profundizar el ajuste e ir por la reforma previsional. Fueron aquellos días de diciembre de 2017, cuando una masiva manifestación se saldó con 64 detenidos y 81 heridos, en medio de gases, corridas y palazos policiales.

Ese mismo día comenzó a gestarse su derrota de 2019, cuando sufrió en carne propia aquella medida, que modificó la fórmula para calcular la evolución de los montos de las jubilaciones, haciéndolos caer hasta el límite de la bajeza.

En estos momentos, Milei se encuentra en la misma situación que Macri. Termina de ganar la elección legislativa y se dispone a intentar una reforma laboral, que sería tratada en febrero próximo. El desgaste de la administración libertaria ante esta medida va a ser fuerte, aunque todavía sea imposible determinar en qué términos.

Para volver, Macri sostiene que éste es el momento para representar, como en 2015, una derecha seria, lejos de los delirios rockeros del que finalmente no va a cantar con AC/DC. La exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal lo dijo clara e ingenuamente: “vamos a apoyar lo que corresponda y señalar lo que falta”.

La estrategia amarilla va a mantenerse en un conveniente “apoyo crítico”, que muestre a un partido de gente sensata, que apoya los cambios, pero que no se precipita hacia los abismos de trasnoche de sus colegas violetas. Total, el desgaste se sufre cuando se habita en la Casa Rosada. Los de afuera, mientras tanto, pueden ir a comer milanesas a Olivos, pero después se van y el que se queda en la lujosa quinta será el que soporte las consecuencias de sus actos. Los otros, en cambio, quedarán como los que intentaron ayudar, sin recibir esmeril por ello.

La inflación no descansa

Desmintiendo a Gardel, la inflación, al revés de la ambición, jamás se detiene a tomar aire. En octubre llegó al 2,3%, lo que significa que fue del 31,3% contando desde octubre de 2024.

En mayo de 2015, la diputada Patricia Bullrich posó en dependencias del Congreso, con expresión de circunstancias, portando un cartel de IPC Congreso, que denunciaba una inflación del 2,01%, interanual del 29%. A su izquierda, un circunspecto Federico Sturzenegger miraba fijamente a las cámaras, poniendo cara de “¡adónde vamos a ir a parar!”.

El mes de octubre de 2025 fue el quinto consecutivo en el que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se mostró en alza. En mayo fue del 1,5%; en junio, del 1,6%; en julio, del 1,9%, cifra que se repitió en agosto, para alcanzar en septiembre el 2,1%. De esta manera, en lo que va del año, la inflación llegó al 24,8%.

Mientras tanto, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, destacaba en un posteo en las redes, que “así, el proceso de desinflación continuó a pesar de la caída en la demanda de dinero generada por la incertidumbre electoral y los intentos de la oposición de romper el ancla fiscal en los últimos meses. Esto refleja la solidez del programa económico y el éxito del orden fiscal y monetario en reducir el impacto de la volatilidad financiera sobre el poder adquisitivo de los argentinos”.

Inexplicable.

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