El Gobierno bonaerense mostró su preocupación por el reciente acuerdo marco de comercio e inversiones entre Argentina y Estados Unidos, el cual ha sido calificado como “desigual y asimétrico”. En declaraciones a la prensa, Carlos Bianco, jefe de Gabinete bonaerense, manifestó que “EE.UU. anunció un acuerdo ‘amplio’ con la Argentina” que se perfila como “el pacto económico-comercial más desigual y asimétrico firmado desde el Pacto Roca-Runciman”.
Bianco destacó que el esquema de obligaciones es alarmante, con “15 obligaciones asumidas por la Argentina y apenas 2 de EE.UU.”. Según sus palabras, este acuerdo ha colocado a Argentina al nivel de países como El Salvador, Ecuador y Guatemala, que ya habían recibido un marco comercial similar. “Pero esos países no tienen base industrial; son economías primarias”, subrayó en sus redes sociales.
Augusto Costa, ministro de la Producción bonaerense, también se pronunció al respecto, afirmando que “este acuerdo pega de lleno en la provincia de Buenos Aires” y se suma a las políticas de ajuste que han supuesto “destrucción de empleo”. Costa enfatizó que se trata de una “estrategia ruinosa de subordinación y entrega de soberanía”.
EE.UU. anunció un acuerdo “amplio” con la Argentina que se perfila como el pacto económico-comercial más desigual y asimétrico firmado desde el Pacto Roca-Runciman. Un esquema 90/10, con 15 obligaciones asumidas por la Argentina y apenas 2 de EE.UU. Hilo 👇 pic.twitter.com/2T420dy5dV
— Carli Bianco (@Carli_Bianco) November 14, 2025
Además, se cuestionó el anuncio del acuerdo, que se produjo “horas antes del discurso del ministro de Economía, Luis Caputo, ante la UIA”, en el cual no se mencionó la palabra industria. “Estamos ante un gobierno que está desindustrializando la Argentina”, comentó Costa, agregando que el acuerdo “va a comprometer mucho la industria, el desarrollo tecnológico”.
El impacto que este pacto puede tener en la economía provincial es un tema candente, dado que Buenos Aires es responsable de “el 50% de los bienes industriales de Argentina”. Los funcionarios sostienen que las implicaciones son preocupantes y podrían desacelerar el desarrollo industrial, afectando a sectores clave y ampliando la crisis laboral.
Por último, la situación exige un análisis y discusión más amplios, ya que la ausencia de consultas con los sectores productivos y las provincias en el proceso de negociación ha dejado muchas preguntas sin responder respecto al futuro de la economía argentina. La tensión entre el Gobierno nacional y la provincia se hace cada vez más palpable en este contexto crítico.
