China ha comenzado una nueva etapa en su industria tecnológica con el inicio de la producción en masa de robots humanoides capaces de operar sin interrupciones. El modelo protagonista, el Walker S2, desarrollado por la compañía UBTech Robotics en Shenzhen, destaca por ser el primer humanoide del mundo que puede reemplazar sus propias baterías de forma autónoma.
Según la empresa, la demanda ha crecido de manera acelerada: solo en 2025 han recibido pedidos por más de 800 millones de yuanes (unos 112 millones de dólares). Entre los contratos más recientes figura un acuerdo de 159 millones de yuanes firmado con una compañía de la ciudad de Zigong, en la provincia de Sichuan, segundo en volumen después de otro por 250 millones de yuanes rubricado en septiembre.
UBTech confirmó que la fabricación masiva del Walker S2 ya está en marcha y que las primeras unidades serán entregadas a mediados de noviembre, de acuerdo con información del South China Morning Post. Presentado en julio, este robot está diseñado para operar de manera continua en entornos industriales gracias a su sistema de auto-recambio de baterías.
El fundador de la empresa, Zhou Jian, adelantó que el objetivo es entregar más de 500 robots industriales durante 2025, con capacidad de fabricar hasta 1.000 unidades anuales. Esta proyección podría convertir a China en el primer país en integrar humanoides de forma sistemática en su industria, desplazando gradualmente a trabajadores humanos en tareas repetitivas o de riesgo.
Mirando hacia adelante, UBTech prevé que en los próximos dos a tres años estos robots asumirán tareas operativas más complejas. En un periodo de tres a cinco años podrían desempeñar labores de servicio que impliquen interacción directa con personas, y en un plazo de ocho a diez años, incorporarse a los hogares como asistentes cotidianos.
De cumplirse estas previsiones, China estaría encaminándose a convertirse en el primer país donde los robots humanoides formen parte habitual del día a día.

