El presidente Javier Milei oficializó una serie de cambios clave en su gabinete que reordenan el mapa del poder dentro del Ejecutivo nacional, mediante la publicación de un decreto de necesidad y urgencia (DNU 793/25) y otros decretos complementarios en el Boletín Oficial.
La reforma apunta a alinear la estructura administrativa con los objetivos prioritarios de gestión del gobierno —en particular la aprobación del Presupuesto 2026 y las reformas tributaria, laboral y penal que ingresarán al Congreso en las próximas semanas.
Una de las novedades más destacadas es la llegada de Manuel Adorni a la Jefatura de Gabinete. Según el Gobierno, su designación responde a la necesidad de “mejorar la coordinación de la gestión administrativa”. De forma paralela, Diego Santilli asume como ministro del Interior, con un perfil más orientado al diálogo con gobernadores, intendentes y legisladores, pero con una cartera relativamente “acotada” en cuanto a competencias.
La reorganización incluye el traspaso de áreas estratégicas: la Secretaría de Comunicación y Medios sale del ámbito de la Presidencia para pasar a la órbita de la Jefatura de Gabinete, lo que implica que Adorni adquiere un control ampliado sobre la comunicación oficial. Asimismo, la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes se transfiere del Ministerio del Interior a la Jefatura de Gabinete, lo cual suma actividades de relevancia —como el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) y el Instituto Nacional de Promoción Turística (INPROTUR) — al nuevo organigrama de Adorni.
Milei cambió el Gabinete y dejó áreas estratégicas en manos de Adorni y Bullrich
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— Miguel Ponce de Leon (@MiguePonceDLeon) November 11, 2025
Otro movimiento significativo es el traslado al Ministerio de Seguridad Nacional, encabezado por Patricia Bullrich, de organismos hasta ahora dependientes del Ministerio del Interior: la Dirección Nacional de Migraciones y el Registro Nacional de las Personas (RENAPER). Este cambio fue sorpresivo para algunos miembros de la cúpula gubernamental, dado que implicaba una pérdida de competencias para Interior y un refuerzo para Seguridad Nacional.
En este contexto, Santilli queda con una cartera definida principalmente por la interlocución federal con provincias y municipios, sin las grandes áreas operativas que tradicionalmente se asociaban al Ministerio del Interior.
En tanto, Bullrich refuerza su posición con el control sobre Migraciones y RENAPER, que consolidan el rol de Seguridad Nacional como uno de los eslabones centrales del Ejecutivo de cara a la agenda 2026. La reconfiguración deja además a la Presidencia con solo cuatro secretarías: General, Legal y Técnica, Inteligencia del Estado y Cultura, de las cuales tres tienen rango de ministro.




