Durante el proceso electoral, que convocó a casi 75,000 estudiantes, la agrupación que representa a Kicillof y al intendente Julio Alak logró captar casi el 25% de los votos. En contraste, La Cámpora solo logró mantener el control en la Facultad de Periodismo y Comunicación, donde ha tenido una presencia estable desde hace 15 años.
Las cifras hablan por sí solas: Franja Morada, a pesar de la crisis que atraviesa la Unión Cívica Radical, obtuvo el 24.5% de los votos. Las agrupaciones vinculadas a Juan Grabois lograron el 17%, mientras que La Cámpora se quedó con un modesto 6.5%. Además, los libertarios apenas lograron captar el 2.6% del total de sufragios, evidenciando su dificultad para penetrar en el ámbito universitario.
#EleccionesUNLP FINAL EN HUMANIDADES! Ganó La Jauretche con 2193 votos (4 consejeros), la sigue UNITE con 1092 (1 consejero), AULE 836, Huma en Lucha 309, Franja Morada 206, Utopía 166, Frente Hebe de Bonafini 88, Ahora o nunca 79, Megafon 33, Ya Basta! 13
— UNLP (@unlp) November 8, 2025
Este cambio de fuerzas se produce en un contexto de tensiones internas dentro del peronismo. Tras la reciente derrota en las elecciones legislativas, Cristina Fernández de Kirchner ha lanzado críticas hacia Kicillof, sugiriendo que su estrategia electoral fue perjudicial. Sin embargo, la respuesta de los intendentes que apoyan a Kicillof ha sido rápida, mostrando unidad ante las acusaciones.
La intendenta de Moreno, Mariel Fernández, ha expresado la necesidad de una competencia interna clara dentro del PJ, lo que añade una nueva capa de complejidad al escenario. Su llamado a una conducción más activa y constructiva del partido resuena en un contexto donde La Cámpora parece estar perdiendo su influencia.
En la UNLP, la JUP (Juventud Universitaria Peronista) ha logrado un avance significativo, arrebatando cargos a Franja Morada en facultades clave como Psicología. Esta dinámica pone de manifiesto un cambio en las preferencias de los estudiantes, que buscan opciones más alineadas con sus expectativas.
Así, la batalla por el control del peronismo en la región se traduce en un campo de acción donde las agrupaciones deben adaptarse a las nuevas realidades. La Cámpora, que hasta hace poco disfrutaba de un respaldo sólido en el ámbito universitario, enfrenta ahora un desafío crucial para recuperar su posición en un entorno cada vez más competitivo.
