La presentación se realizó en un clima de tensión política, con Máximo Kirchner y Sergio Massa como actores clave en las negociaciones internas del peronismo bonaerense. Kicillof advirtió que la falta de apoyo legislativo podría resultar en consecuencias severas para el presupuesto provincial, destacando: “Necesitamos refinanciar los vencimientos de la deuda. Si no podemos, recaerá sobre el presupuesto general. Es imperioso”.
En su intervención, el ministro de Economía, Pablo López, subrayó la gravedad de la situación económica, con una caída del 10% en la actividad económica en comparación con 2023 y un incremento en el desempleo. López enfatizó que, a pesar de la crisis, no se implementarán aumentos en la carga tributaria, prometiendo una mayor equidad en los impuestos patrimoniales.
Kicillof, quien ha gobernado con presupuestos prorrogados desde 2023, busca asegurar el apoyo de sus aliados en la Legislatura, especialmente de La Cámpora y el Frente Renovador, antes de que se definan las posiciones de los partidos opositores. La falta de un presupuesto aprobado ha dificultado la gestión provincial, y el gobernador espera que los recientes resultados electorales no entorpezcan el diálogo con sus aliados.
El gobernador también ha reiterado la necesidad de cumplir con las deudas pendientes del gobierno nacional, que ascienden a casi 13 billones de pesos, y ha instado a los intendentes a unirse en la búsqueda de soluciones para los 135 municipios de la provincia.
Kicillof concluyó su presentación con un llamado a la unidad, afirmando que “la provincia necesita estas herramientas para seguir trabajando” y criticando la falta de apoyo del gobierno nacional en un momento de crisis profunda. La situación en la provincia de Buenos Aires sigue siendo incierta mientras las negociaciones legislativas se desarrollan en un clima de creciente tensión política.




