Desde la Casa Rosada se recalca que en este momento resulta “un error” pensar en el próximo turno electoral ejecutivo, dado que el foco se encuentra en el actual mandato y en consolidar el apoyo al presidente. Las internas suman tensión, en particular cuando Macri se muestra como actor central con expectativas que no coinciden con las prioridades de la administración.
La frase del exmandatario fue interpretada como un intento de posicionamiento electoral que podría debilitar la estrategia del Gobierno. En ese contexto, el interlocutor chileno fue solo el escenario de una declaración con pamplina estratégica que impactó puertas adentro de la política argentina. En palabras de un vocero oficial: “el triunfo del domingo pasado” —en referencia a elecciones recientes— “contó como principal artífice al partido armado por Karina Milei … y no tanto al Pro”.
En Chile le preguntaron a Mauricio Macri si quiere ser candidato para 2027… la respuesta en el video#buenjueves #ProyectoMacri pic.twitter.com/6NcQt3hOmM
— Carlos Zenozain (@zenozain_carlos) October 30, 2025
Al mismo tiempo, el sector que responde a Bullrich ve en las declaraciones de Macri una falta de lealtad: “No se entienden; son una falta de respeto”, comentaron varios referentes. La omisión pública de respaldar candidaturas clave —como la de Sabrina Ajmechet o Laura Rodríguez Machado— también alimentó la crítica interna.
El cruce se da además en un momento clave: se acerca un encuentro entre Macri y el presidente Javier Milei en la residencia de Olivos, donde se preparan para hablar de alianzas, posible integración de miembros del Pro al gabinete y el futuro del bloque de centro-derecha. La Casa Rosada observa con atención ese armado, consciente de que Macri busca mantener su influencia política.
El malestar generado por Macri abre una grieta en el oficialismo: por un lado el Gobierno que prioriza una agenda inmediata sin pensar en 2027, por otro el ex presidente que no abandona sus planos de protagonismo. El bloque Pro, por su parte, enfrenta fragmentaciones que podrían debilitar su poder interno.
Con la interna en ebullición, la derecha argentina encara un tramo de turbulencia. Las próximas semanas serán clave para ver si Macri logra su objetivo de liderar una candidatura o si el Gobierno impulsa otras figuras evitando el protagonismo del expresidente.




