El voto volátil define la elección: 40% de indecisos a cinco días de las urnas

El voto volátil define la elección: 40% de indecisos a cinco días de las urnas

La polarización entre LLA y Fuerza Patria convive con un fuerte desencanto social.


A pocos días de las elecciones legislativas, los analistas de opinión pública coinciden en que el clima político en Argentina se encuentra dominado por dos grandes fenómenos: el descontento ciudadano y la articulación del voto como herramienta estratégica más que como expresión ideológica. Según consultores, los votantes ya no se identifican tanto con los partidos como con la posibilidad de que su elección evite un resultado indeseado o envíe un mensaje de rechazo.

El consultor Federico Aurelio resume esta lógica con una metáfora punzante: “La gente vota esperanzada en que lo bueno va a venir, pero lo hace con el bolsillo en la cabeza”. En su interpretación, en un escenario donde las expectativas económicas se deterioran y el humor social se mantiene en terreno negativo, el fenómeno del “voto útil” —es decir, votar para evitar que gane un candidato que se considera peor— gana protagonismo.

El también analista Lucas Romero coincide en que en esta elección legislativa el componente táctico está aflorando con fuerza. “Estamos ante una elección legislativa: no se cambia el gobierno, pero sí se envía una señal”, afirma. Según Romero, quien gobierna genera antipatía y la agenda de enojo y anti-oficialismo que recorre el país condiciona la conducta electoral de muchos ciudadanos.

El resultado más preocupante para los partidos tradicionales es que alrededor del 40 % del electorado aún no ha decidido su voto. En las encuestas este segmento aparece como indeciso, apático o poco entusiasmado con las opciones políticas que se presentan. Así, muchos llegarán al cuarto oscuro sin una adhesión sólida, pero sí con un cálculo: evitar que gane quien no quieren.

En ese escenario de fluidez electoral, emergen nuevas fuerzas políticas que intentan capitalizar el desencanto y escuchar el voto no alineado. Por ejemplo, el espacio Provincias Unidas, con base en el interior productivo del país, busca atraer votantes moderados que rechazan tanto los extremos como los aparatos tradicionales. Otro actor relevante es La Libertad Avanza (LLA), que según otro encuestador podría capturar una porción significativa del 20 % de ciudadanos que se declaran desencantados de la política.

El contexto territorial también adquiere importancia: provincias como Córdoba, Santa Fe y Corrientes aparecen como distritos clave donde los oficialismos locales tienen peso y donde la dispersión del voto nacional puede inclinar la balanza. En cambio, el peronismo ligado al kirchnerismo, presente mayoritariamente en la provincia de Buenos Aires, enfrenta dificultades para replicar su estructura a nivel nacional.


En definitiva, la campaña que se cerrará en la antesala de los comicios se orienta menos hacia promesas partidarias y más hacia la lectura de una papeleta como señal de aprobación o castigo. Con casi cuatro de cada diez votantes sin definición, lo que unifica al electorado no es tanto una causa como el intento de evitar un desenlace indeseado. El 26 de octubre se verá hasta qué punto este pragmatismo electoral marcará el mapa del Congreso.

Qué se dice del tema...