La relación de los jóvenes con la política ha ido fluctuando: desde momentos en los que fueron los principales protagonistas hasta tiempos en que el escepticismo se apoderó de la gran mayoría de ellos.
El interrogante que se abre en ese espacio es ?¿por qué oscila de tal manera la relación entre la política y los jóvenes??. Pensar lo político parte de la premisa de que ?la generación actual de jóvenes nació en un tiempo de posibilismos extremos, producto de inmensas derrotas y de una gran victoria, la del capital. Una época sostenida en modelos neoliberales donde se declaró el fin de la historia y de sus luchas, donde se habló del ?declive? de la política y se lo asumió como un proceso natural e inevitable que sólo podía ser nombrado sin más como un corrimiento hacia el mercado?.
El libro de Saintout considera que las ciencias sociales no estuvieron al margen de dicho proceso y que, en ciertos casos, se dedicaron a legitimar esa historia. ?Así, el análisis dio lugar a la descripción de la devastación, de la descomposición como perspectiva central de la construcción de conocimiento. Dar cuenta de dicha descomposición, y no sólo eso, sino hacerlo desde trabajos etnográficos, microsociológicos, como respuesta a una ciencia social que sólo había visto la dimensión estructural, ha sido la gran agenda de las últimas décadas.?
Según entiende la autora, ?la gran dificultad que puede señalarse es que su énfasis en la descomposición no ha dejado demasiado lugar para ver los procesos de recomposición?, y Jóvenes argentinos: pensar lo político busca dar cuenta de que el final de la política no ha sido tal. Así, allí se habla de la relación de las juventudes con ella: en torno a la politicidad en la vida cotidiana a través de vías no tradicionales e indagando en la resistencia de la política y sus instituciones en momentos de crisis, tanto a través de formas novedosas como tradicionales.