El presidente argentino, Javier Milei, será recibido oficialmente por Donald J. Trump en la Casa Blanca el próximo 14 de octubre, tras meses de negociaciones discretas entre sus gobiernos. Así lo confirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino, que describió el encuentro como una muestra de la “excelente relación bilateral” entre ambos países.
La reunión, que ocurrirá en el Salón Oval, busca impulsar una asociación estratégica entre Argentina y Estados Unidos, basada en valores compartidos y cooperación mutua. Según la Cancillería, el encuentro representa una oportunidad para profundizar vínculos en ámbitos económico, diplomático y de seguridad.
REUNIÓN EN CASA BLANCA
Fin. https://t.co/LV3yZ67UHz— Javier Milei (@JMilei) September 30, 2025
El gesto del gobierno estadounidense hacia Milei tiene un doble signo: por un lado, lo económico, en medio de negociaciones que podrían modificar la relación comercial y los aranceles vigentes; por otro, lo político, en momentos críticos de cara a las elecciones legislativas en Argentina. En ese contexto, se interpreta que el respaldo de actores clave del ala trumpista a la política financiera del gobierno argentino actúa como un guiño simbólico a la alianza emergente.
La cita oficial también pretende dejar atrás una experiencia diplomática fallida: en abril, la comitiva argentina abandonó la residencia Mar-a-Lago antes de la llegada de Trump, lo que generó incomodidades políticas para Milei. Ahora, la Casa Rosada apostará a que el encuentro en la Casa Blanca logre la foto oficial deseada.
Durante su estadía en Washington, Milei y su comitiva serán alojados en Blair House, la residencia destinada a jefes de Estado visitantes. El objetivo es consolidar el alineamiento ideológico con Estados Unidos y traducirlo en beneficios concretos para la Argentina. Será la primera vez que un presidente sudamericano tenga una bilateral en el Salón Oval desde el retorno de Trump al poder, lo que subraya el valor simbólico del acto.
El momento es políticamente sensible: con las legislativas argentinas programadas para el 26 de octubre, la reunión puede interpretarse como un refuerzo simbólico del líder libertario. Al mismo tiempo, su gobierno arrastra escándalos y cuestionamientos relativos a corrupción y vínculos controvertidos, lo que hace que este respaldo internacional cobre una dimensión aún más estratégica.