La decisión del gobierno de poner fin a la suspensión de los derechos de exportación generó una ola de rechazo en el sector agropecuario. Tras apenas tres días de vigencia de la medida que eliminaba las retenciones a cultivos como soja, trigo y maíz, los productores acusaron que la medida fue revertida muy pronto y beneficiaría sobre todo a los exportadores, dejando al campo en desventaja.
Entre el 22 y el 25 de septiembre, se formalizaron Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) por un volumen de 19,6 millones de toneladas, cifra que equivalió prácticamente al techo importador de 7.000 millones de dólares establecido en el decreto presidencial. Esa avalancha de ventas fue interpretada por los productores como una señal de que los exportadores aprovecharon la ventana limitada para acelerar sus operaciones al máximo.
Uno de los más enérgicos fue Walter Malfatto, productor de Bragado (provincia de Buenos Aires), que fue hasta crítico con el presidente Javier Milei: “Promesa incumplida… los que menos recibieron el beneficio fueron los productores, los exportadores se quedaron con el dinero”, declaró. Malfatto lamentó que el sector se siente usado políticamente y advirtió que, de continuar la estrategia, los productores podrían retirarle el apoyo.
Desde Pergamino, el productor Sebastián Campo publicó un video en redes sociales en el que manifestó: “El esfuerzo del productor queda en manos de los mismos de siempre”, denunciando que, tras la reapertura con retenciones, los compradores bajaron los precios rápidamente ante una oferta abundante. En sus palabras, “en tres días se terminó algo que se había anunciado hasta fin de octubre”.
Un análisis del operador Sebastián Olivero (de la firma StoneX) consideró que la idea de bajar las retenciones tenía lógica para impulsar ventas y generar divisas, pero sostuvo que debería haber normas que regulen la formación de las DJVE por parte de exportadores que no compren primero del productor. Sin esas reglas, dijo, se crea una ventaja para los compradores frente a los productores.
En medio de la tensión, la pulseada política adquiere nuevo protagonismo: el abrupto final del régimen especial de “retenciones cero” se convierte en un capítulo conflictivo dentro de la campaña electoral, con el campo como centro de la disputa entre promesas gubernamentales y expectativas incumplidas.
PRODUCTORES RE CALIENTES: El Gobierno Nacional los ESTAFÓ con la quita de retenciones pic.twitter.com/o2x2GypDyg
— Despertar Nacional (@DespertarNac_) September 26, 2025
Palabras de las entidades
Desde CONINAGRO indicaron que observaron con espíritu reflexivo la reciente medida que permitió, por un breve lapso, liquidar cereales y oleaginosas sin retenciones. Si bien la iniciativa fue recibida con expectativas, en la práctica dejó en el productor una sensación amarga.
“Celebramos el camino iniciado por el gobierno en la eliminación gradual y permanente de la alícuota, y en la convicción de que se plantee la necesidad de revisar este tributo distorsivo. Valoramos el gesto de avanzar en esa dirección. Sin embargo, entendemos que la medida transitoria no alcanzó a derramar sobre el primer eslabón de la cadena, el productor agropecuario, que es, además, quien más riesgo asume”, indicaron.
Por el contrario, los indicios apuntan a que fue una ventana de oportunidad y un negocio para unos pocos. Creemos que la eliminación de retenciones debe transformarse en una política de Estado permanente, que brinde previsibilidad y horizonte a quienes generan la producción primaria.
#Retenciones | La medida transitoria no alcanzó a derramar sobre el primer eslabón de la cadena, el productor agropecuario
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Los productores de la Mesa Agroalimentaria Argentina criticaron la baja de las retenciones a los granos dispuesta por el gobierno de Milei. “Esta medida, lejos de favorecer al campo, representa un regalo al agronegocio y a los grandes exportadores, mientras encarece los alimentos de la mesa de los argentinos y golpea a los pequeños y medianos productores”, aseguraron.
“El gobierno tomó esta medida por la necesidad que tiene de conseguir dólares. Las retenciones cero benefician primeramente al agronegocio y en segundo lugar al sector rentista. Pero el precio de los alimentos va a subir, porque muchos sectores de la economía doméstica de la producción de carnes se ven perjudicados, por ejemplo aquel que necesite comprar granos para alimentar a sus animales, aquel que tiene que alquilar la tierra. La sociedad va a pagar más caro el aceite, la harina, la carne y todos los derivados de la producción animal. En definitiva la sociedad en general se ve perjudicada con esto”, advirtió Isaias Ghio, de la Cooperativa Agrícola-Ganadera de Camilo Aldao.
A su vez, Pablo Paillole, de Bases Federadas, aclaró que “el pequeño productor no recibe nada de las retenciones cero. ¿Por qué? Porque la gran mayoría ya vendió sus granos”.
“El productor, por lo general, siembra prestado, o sea con créditos, y cuando cosecha, vende y va pagando los insumos. Si le queda un pucho, compra los insumos para la campaña siguiente, para la siembra siguiente. Por lo tanto, para el pequeño productor esto no lo beneficia”.
Hilo | Comunicado de la Mesa Agroalimentaria Argentina
Sobre la eliminación de retenciones a los granos: un privilegio para el agronegocio, un golpe al pueblo y a quienes producimos alimentos.— Mesa Agroalimentaria Argentina (@MesaAgroArg) September 24, 2025