Pobreza: la UCA habló de latinoamericanización de argentina

Pobreza: la UCA habló de latinoamericanización de argentina

El director del ODSAUCA, Agustín Salvia, se refirió a la situación del país.


El director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia, analizó la reciente baja de la pobreza difundida por el INDEC, que marcó un 31,6% en el primer semestre de 2025. Según explicó, la caída responde a factores estadísticos y metodológicos, pero no refleja necesariamente una mejora en la vida cotidiana de los hogares. “Por más que los ingresos superen a la inflación en algunos rubros, la gente no está consumiendo más. Eventualmente consume menos y paga más cuentas”, advirtió.

El investigador remarcó que las mediciones oficiales “son aproximaciones al mundo de lo real y no son la realidad”, y planteó que la validez de los indicadores depende de que logren capturar lo que intentan medir. “Lo importante de la validez y fiabilidad de cualquier indicador está en que capture justamente lo que quiere medir y que sea fiel en cuanto a la capacidad de hacerlo en distintas condiciones que sean aleatorias”, señaló.

Para Salvia, el problema central es la composición de la canasta básica, que no fue actualizada en los últimos años y, por lo tanto, no refleja los cambios en el patrón de gastos. “Los hogares en realidad experimentan una situación donde tienen más ingreso, pero también más gastos fijos. Por lo tanto, la capacidad de consumo corriente es menor”, explicó. Y agregó: “Al no actualizar la canasta básica total, tenemos una pobreza sobrerrepresentada en la caída”.

El economista ilustró la contradicción con un ejemplo: “Las familias tienen 7% menos para consumir que en noviembre de 2023. Ahora, en noviembre de 2023 la pobreza era del 40% y ahora es del 31,6%. Eso no cierra cuando uno lo mira de esa manera”. Por eso calificó al indicador de pobreza por ingresos como “muy frágil y poco fiable para enfrentar escenarios como los argentinos”.


Según Salvia, la indigencia sí habría bajado de manera más genuina, aunque gracias a la asistencia estatal: “Esos sectores indigentes son menos indigentes gracias a la asistencia pública. Si no tuviesen esa asistencia pública estarían muy mal, pero tampoco es suficiente”. En este punto advirtió que gran parte de esas familias sobreviven gracias a “trabajos de muy baja productividad en donde hay una mayor autoexplotación del grupo familiar”, lo que repercute negativamente en la educación y la salud de los hijos.

Consultado sobre la comparación con otros países de la región, sostuvo que en economías más estables el ingreso es un buen termómetro del bienestar, pero no ocurre lo mismo en la Argentina. “No siempre. Para una economía como la uruguaya, la chilena o las europeas, cualquier variación en el ingreso per cápita marca qué pasa con tu movilidad social. Pero eso no pasa cuando tenés una economía tan informal y precarizada como la argentina”, aclaró.

En ese marco, el director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA diagnosticó un proceso de estancamiento de largo plazo: “En los últimos 15 años se ha cristalizado un proceso inverso de deterioro. Las clases medias se van reduciendo en su capacidad de invertir en capital humano. No logran mejorar la educación de sus hijos, ni la salud, ni la vivienda. No son motores del crecimiento, están logrando resistir”.

Finalmente, Salvia sostuvo que el país necesita una revisión metodológica urgente de las estadísticas sociales. “Creo que tenemos que revisar los termómetros. Hay cambios que ocurren en la realidad que obligan a cambios metodológicos y que todavía en ese sentido el INDEC tiene algunas deudas vinculadas a cómo abordar el estudio de la pobreza con mayor actualización”, concluyó.

Qué se dice del tema...