Objetivo Barrenderos: el Gobierno porteño colocará un chip para controlar su trabajo

Objetivo Barrenderos: el Gobierno porteño colocará un chip para controlar su trabajo

La medida comenzará a implementarse en los próximos meses para comprobar el cumplimiento de la ruta de los trabajadores.


La administración de Jorge Macri pondrá a prueba el trabajo de los barrenderos que día a día limpian las calles porteñas. De acuerdo con la medida, los encargados del aseo de la vía pública llevarán un chip -no está aún definido si será en el carrito o en el escobillón- para verificar si cumplen con la ruta establecida.

La iniciativa arrancará en los próximos meses con una “prueba piloto”, según un adelanto hecho por el propio jefe de Gobierno porteño ante vecinos en el marco de las reuniones que encabezó últimamente en distintos barrios de la Ciudad.

En esos encuentros, los funcionarios reciben las consultas y también las quejas de la ciudadanía sobre diversas problemáticas urbanas. Entre las que más se repiten, aparece el reclamo por la seguridad. Luego, surgen los temas de higiene vinculados a la recolección de basura y al colapso de los contenedores. Y de ahí se desprende la crítica a la labor de los barrenderos.

A modo de respuesta, el Gobierno porteño informó que puso en análisis algunas medidas en materia de limpieza urbana. Una de ellas está direccionada sobre los barrenderos.

En rigor, el servicio de higiene está concesionado en la Ciudad de Buenos Aires y representa un 6,1% del Presupuesto porteño en este 2025. Contempla la recolección de residuos, el lavado de los contenedores, el barrido y limpieza de las calles y los operativos de aseo intensivo.

Según el contrato que este año representará un desembolso de fondos estatales de unos $825 mil millones para las empresas prestadoras, la Ciudad está dividida en siete zonas. Cada una depende de una compañía de higiene urbana, con la excepción de la Zona 5, que es operada por el Ente de Higiene Urbana, que comprende los barrios de Villa Riachuelo, Villa Lugano y parte de Villa Soldati.

En cuanto al barrido de las calles, la normativa estipula que se realice en las 25.687 cuadras, de lunes a sábados, en distintos turnos: mañana, tarde y noche. La frecuencia se basa en la cantidad de gente que transita por la zona.

Existen sectores donde el tránsito peatonal es especialmente alto y, por lo tanto, el barrido se debe repetir durante distintos turnos. Entre estas áreas se encuentran las zonas turísticas de la ciudad, los centros de trasbordo de pasajeros y los polos comerciales o gastronómicos.

En tanto, el barrido de las veredas es responsabilidad de cada frentista, ya sea que se encuentren en zonas residenciales o comerciales.

La Zona 1 está a cargo de la empresa Aesa y abarca a la Comuna 1, mientras que la Zona 2 es operada por Cliba, en las Comunas 2, 13 y 14. La Zona 3 pertenece a Solbayres, para las Comunas 11, 12 y 15. La Zona 4, que opera Nittida, comprende a las Comunas 9 y 10. La Zona 5, tal cual lo dicho más arriba, al Ente de Higiene Urbana en Comuna 8; la Zona 6 la operan Ashira Martin & Martin Ute en las Comunas 5, 6 y 7 y la Zona 7, es de Urbasur, en las Comunas 3 y 4.

Cada contratista debe asegurar el aseo dentro de la zona adjudicada, mediante el proceso de barrido o aspiración y el empleo de todo otro procedimiento necesario para mantenerlas en condiciones higiénicas; así como recoger, acopiar transitoriamente y trasladar los residuos sólidos urbanos resultantes de la limpieza.

De acuerdo con la evaluación hecha por el jefe de Gobierno porteño ante los vecinos, “la Ciudad paga para que en todas las cuadras haya un barrendero por día, pero no se cumple” y agregó que “en algunas zonas se debe pasar dos y hasta tres veces en el día, pero el servicio no está”, reiteró durante uno de los encuentros con vecinos.

Para recalibrar la situación, la propuesta oficial apunta a la “colocación de un chip para hacer el seguimiento de los recorridos de los barrenderos”, según explicó Macri. Este esquema equipara al que controla la tarea de los efectivos policiales y agentes de tránsito con respecto de la recorrida que deben cumplimentar y también se utiliza en los camiones de recolección de basura y en vehículos de emergencia, como las ambulancias.

“Vamos a hacer lo mismo con los barrenderos y si no barrió, entonces habrá una sanción”, precisó el jefe de Gobierno. Según comentó, en la actualidad, el Gobierno porteño emite multas a las empresas que deben prestar el servicio de aseo de la vía pública cuando se constata la falta de cumplimiento, pero dijo que “con los inspectores no nos alcanza”.

De hecho, cada día en el Boletín Oficial de la Ciudad se publican las decenas de sanciones económicas a las empresas encargadas de la limpieza. En el caso de la falta del barrido por cuadra, se labran multas que alcanzan hasta los $400 mil. Una de las comunas con más incumplimiento es la N° 11, que abarca los barrios de Villa Devoto, Villa del Parque, Villa Santa Rita y Villa General Mitre.

Según indicaron desde el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, los barrenderos llevarán un dispositivo que posibilitará el seguimiento satelital para determinar si hacen el recorrido por cada una de las aceras, es decir, de ida y vuelta. Resta definir si el chip estará en el carrito o en el escobillón.

Los trabajadores que hacen en barrido de las calles están agrupados en el Sindicato de Choferes de Camiones. En una primera mirada, referentes gremiales cuestionaron la decisión del Gobierno porteño, que impactará sobre la actividad de los afiliados y pusieron en duda la forma en que se pondrá en práctica,

Es que, según explicaron, muchos de los barrenderos no inician la ruta desde la base de cada zona, sino que dejan el carro y el resto de los elementos amarrados con cadenas en algún sitio al aire libre y bajo techo. “Cómo van a hacer para dejar eso en la calle con un chip en el interior”, se preguntaron desde el gremio.

Las otras medidas

Para bajar la cantidad de quejas por la acumulación de basura en las calles, la gestión porteña confirmó la vigencia de una prueba piloto iniciada en 2025 en el barrio de Puerto Madero, donde la recolección de residuos es puerta a puerta, en reemplazo de los contenedores en la vía pública.

El proceso de descontenerización, en tanto, también podría aplicarse mediante una iniciativa que aún está en etapa de estudio. La idea es recuperar la utilización de los canastos de basura que estaban sobre la vereda frente a cada domicilio y que servía para dejar allí la basura generada por los integrantes de cada familia. La propuesta incluiría zonas residenciales de casas bajas.

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