En una nueva edición del programa NU Radio, que se emite los martes y viernes de 12 a 13 por Radio Zónica, el periodista Fernando Riva Zucchelli entrevistó al director de la consultora AR y Asociados, Alejandro Raele. La charla estuvo marcada por un hecho llamativo: veinte días atrás, en el mismo espacio, el economista había anticipado con notable precisión los movimientos que hoy sacuden al mercado cambiario y financiero.
“Lo que se veía venir era un callejón sin salida al que el propio gobierno le puso cartel de mano única”, explicó Raele, en referencia a la estrategia oficial de sostener el tipo de cambio con reservas del Banco Central. Según detalló, la decisión de condicionar el rumbo de la economía a un resultado electoral generó un escenario de desconfianza y aceleró las presiones devaluatorias.
En diálogo con Riva Zucchelli, el consultor fue categórico al señalar que el Banco Central está utilizando divisas que no le pertenecen. “Son dólares de los ahorristas que están depositados en los bancos y calzados en el Central. Rifarlos es un error grave, porque después hay que reponerlos si la gente los pide”, advirtió. Y proyectó que, antes de las elecciones, el dólar podría ubicarse en un rango de entre 1.700 y 1.900 pesos, aunque el mercado tenderá luego a buscar un techo natural más cercano a los 2.500.
Raele también analizó el rol del Fondo Monetario Internacional y la posibilidad de que, tras los comicios, se acelere una devaluación administrada bajo supervisión directa de Washington. “El Fondo ya avisó que a partir de cierto punto se acabó la asistencia y que la administración de los dólares prestados se hará desde sus oficinas”, señaló. Esa presión externa, combinada con la falta de confianza local, dibuja un panorama de ajuste inevitable.
Consultado por la estrategia de buscar apoyo en Estados Unidos, el economista fue escéptico: “Ni Donald Trump ni su entorno tienen interés en seguir financiando a la Argentina en estas condiciones. Cada dólar que entra, con el tipo de cambio tan subvaluado, se fuga inmediatamente”. Según su visión, el paralelismo con Ucrania que propuso Riva Zucchelli es ilustrativo: un flujo de recursos constante que no logra resultados concretos.
En ese sentido, Raele mencionó que incluso China evalúa acuerdos bilaterales con provincias argentinas como una salida parcial, pero advirtió que mientras el dólar no encuentre un valor realista, toda inyección de divisas será efímera. “Hoy un dólar de no pánico está en torno a los 2.500 pesos. Uno de pánico, arriba de 3.500”, sostuvo. Además, anticipó un endurecimiento del cepo cambiario y un camino claro hacia un eventual default con reperfilamiento de bonos.
Finalmente, el director de AR y Asociados pronosticó cambios políticos tras las elecciones. “Caputo va a llegar hasta los comicios, pero después el Fondo pedirá otro ministro para preservar credibilidad. Las directivas van a salir de Washington”, afirmó. Concluyó con un mensaje que combina advertencia y realismo: “Si no se encaran medidas inteligentes, más allá de las bravuconadas, estamos asistiendo a los últimos días de esta estrategia económica”.