El economista Orlando Ferreres reveló que el Gobierno habría enviado dos emisarios secretos a negociar directamente con el Tesoro de los Estados Unidos, en busca de respaldo financiero en medio de la delicada situación económica que atraviesa el país.
“Yo creo que mandaron dos mensajeros secretos para hablar con el Tesoro de Estados Unidos. No sé quienes son ni cuándo salieron ni cuándo hablaron, pero eso significa que están buscando que el Tesoro les dé un apoyo para vender los dólares con un cierto clima de debilidad”, sostuvo Ferreres.
Si bien la información sobre el envío de estos negociadores aún no fue confirmada oficialmente, Ferreres consideró que se trata de “la mejor solución” disponible frente a la actual coyuntura. Según su visión, un eventual acuerdo con el Tesoro estadounidense permitiría reducir tensiones cambiarias y dar señales de previsibilidad a los mercados.
Prefieren dejar el país sin reservas antes que dejar flotar al dólar. Son los liberales más locos del mundo. pic.twitter.com/hVEdyzsMQN
— El Profe Romero (@romerodiario) September 19, 2025
Entre los factores que hacen urgente esta búsqueda de apoyo externo, mencionó tres puntos críticos: el riesgo país en niveles elevados, lo que refleja dudas sobre la capacidad de pago; la escasez de dólares para cumplir con obligaciones futuras; y una inflación persistente que erosiona las expectativas económicas.
Consultado sobre el futuro del tipo de cambio, Ferreres proyectó que podría alinearse con lo que denomina la “paridad teórica de equilibrio” hacia el próximo año, especialmente en un escenario de mayor disciplina fiscal. Este reacomodamiento dependerá, sin embargo, de la capacidad del Gobierno para sostener un superávit primario y generar confianza.
En ese sentido, el economista remarcó que el margen de maniobra es reducido y que cualquier avance dependerá tanto del resultado de las negociaciones internacionales como del rumbo interno. La eventual ayuda estadounidense podría ser clave para contener la volatilidad en los próximos meses y evitar un deterioro mayor en las condiciones financieras locales.