Una encuesta prendió la alarma en la Casa Rosada de cara a octubre

Una encuesta prendió la alarma en la Casa Rosada de cara a octubre

Se trata de un sondeo del Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la Facultad de Psicología.


Un sondeo del Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la Facultad de Psicología de la UBA presenta un retrato inesperado del electorado bonaerense: aunque la economía figura como motor central de la decisión de voto, la elección mostró una fuerte nacionalización del rechazo y del apoyo partidario y dejó señales de voto de castigo hacia el gobierno nacional.

El estudio —realizado entre el 8 y el 10 de septiembre sobre 1.233 casos— indica que el 62% de los consultados señaló a “la economía del país” como el tema principal que definió su voto, mientras que el 42% mencionó la “economía personal”. Esa preeminencia del eje económico aparece con matices: entre los votantes de La Libertad Avanza (LLA) predominó la intención de “derrotar al kirchnerismo” por sobre reclamos económicos concretos; en Fuerza Patria, en cambio, las preocupaciones económicas nacionales y personales fueron centrales.

Las diferencias internas son notables: el 91% de los votantes de La Libertad Avanza (LLA) declaró que su motivo principal fue “derrotar al kirchnerismo”, y luego aparecieron cuestiones como la inseguridad (67%) y la economía nacional (55%), mientras que los escándalos de corrupción tuvieron peso relativamente bajo (14%). Por su parte, entre los electores de Fuerza Patria la “economía nacional” (70%) y la “economía personal” (51%) encabezaron la lista de prioridades, seguidas por la corrupción (47%) y la institucionalidad (41%).

Otra evidencia clave del informe es la fuerte nacionalización del voto: el 68% declaró haber votado por temas nacionales, frente a un 24% que lo hizo por cuestiones provinciales y un 9% por problemáticas municipales. En el universo de Fuerza Patria, el 91% votó por motivos nacionales; entre los de La Libertad Avanza (LLA) la distribución fue más equilibrada, con mayor peso relativo de cuestiones provinciales. Estos datos relativizan la idea de que la elección bonaerense fue resuelta solo por agendas locales.

El informe también consignó un componente emocional sorprendente: predominó una evaluación mayoritariamente positiva del acto electoral —palabras como esperanza, entusiasmo y confianza— aunque con sentidos opuestos según el espacio político.

“La esperanza no es neutra”, sintetiza el estudio: votantes de cada bloque proyectan optimismo hacia futuros radicalmente distintos. Además, un 94% de los encuestados afirmó que volvería a emitir el mismo voto en unas nuevas legislativas, un dato que subraya la solidez de las adhesiones en un contexto de alta polarización.

Para analistas y dirigentes, la encuesta deja dos advertencias: por un lado, la economía sigue siendo el sujeto decisivo del voto, pero su traducción en conducta electoral depende del marco interpretativo (castigo al gobierno vs. apoyo a un liderazgo); por otro, la alta estabilidad declarada del voto y la nacionalización del debate complican las estrategias locales para revertir tendencias antes de la próxima cita electoral.

El sondeo —on-line y geolocalizado, con error muestral ±2,8%— obliga a partidos y gobernantes a leer con más precisión el cruce entre economía, emoción y mensaje político en la Provincia de Buenos Aires.

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