Paro y marcha universitaria: la UBA y el CIN se plantan al veto de Milei

Paro y marcha universitaria: la UBA y el CIN se plantan al veto de Milei

Rectores advirtieron que las universidades atraviesan un estado crítico.


La Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) emitieron este jueves un comunicado conjunto en el que expresan su enérgico rechazo al veto presidencial a la ley de financiamiento universitario y convocan a una movilización cuando la iniciativa vuelva a tratarse en el Congreso. Las autoridades advirtieron que la medida deja a las casas de estudio en un “estado crítico” y pidieron a los legisladores que reviertan la decisión del Ejecutivo.

En la conferencia de prensa, rectores y referentes del CIN subrayaron que la ley objetada buscaba actualizar partidas que ya no alcanzan por la inflación y que su rechazo pone en riesgo el normal funcionamiento académico. El presidente del CIN y el rectorado de la UBA solicitaron además que el Parlamento actúe para restablecer el marco de financiamiento que las universidades consideran indispensable para salarios, investigación y continuidad de carreras.

La reacción de las casas de estudio se suma a un plan de lucha que ya incluye paros y cortes de actividades: los gremios docentes convocaron a un paro nacional y las autoridades universitarias anunciaron que confluirán en una nueva Marcha Federal Universitaria el día en que se vote el rechazo o la ratificación del veto. Según indicaron la movilización buscará articular apoyos con otros sectores afectados por medidas del Ejecutivo.

Desde la Casa Rosada, el argumento oficial para firmar el veto fue el costo fiscal de la ley, que según el Gobierno afectaría el objetivo de equilibrio presupuestario que sostiene la política económica. El Ejecutivo sostuvo que la propuesta original implicaba un salto en el gasto que, en su visión, no es compatible con la actual meta de superávit. Esa explicación fue difundida por voceros oficiales y replicada en coberturas nacionales.

La convocatoria ya generó adhesiones y críticas desde distintos ámbitos: rectores, gremios y estudiantes hablan de “defensa de la universidad pública”, mientras sectores oficialistas reivindican la necesidad de priorizar la consistencia fiscal. Autoridades universitarias advirtieron además que, de prolongarse la situación, podría verse afectada la finalización de cursos, la investigación y la ejecución de proyectos científicos.

El conflicto instala un nuevo foco de tensión política en la agenda nacional y pondrá a prueba la dinámica entre el Ejecutivo y el Parlamento: el veto debe ser tratado por la Cámara correspondiente y allí se definirá si el fallo presidencial queda firme o es revertido. En las próximas horas y días la pulseada institucional —con movilizaciones en las calles y votaciones en los despachos— marcará el rumbo de la crisis educativa.

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