Disputa política por la seguridad en el fútbol: choque entre Alonso y Bullrich

Disputa política por la seguridad en el fútbol: choque entre Alonso y Bullrich

Fue por los graves incidentes en el partido entre Independiente y Universidad de Chile por la Copa Sudamericana.


Los graves incidentes ocurridos en el partido entre Independiente y Universidad de Chile por la Copa Sudamericana, que dejaron un saldo de dos heridos de gravedad y más de cien detenidos, han desatado una fuerte confrontación política entre el gobierno de la provincia de Buenos Aires y el Ministerio de Seguridad de la Nación. El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, y su par nacional, Patricia Bullrich, intercambiaron acusaciones y responsabilidades por el fallido operativo en el estadio Ricardo Enrique Bochini.

Todo comenzó con las declaraciones de Alonso, quien intentó deslindarse de las críticas apuntando directamente a la Conmebol. El funcionario bonaerense sostuvo que la organización del torneo no cumplió con los protocolos establecidos para partidos internacionales y demoró la suspensión del encuentro, lo que escaló la violencia.

“El partido se tenía que suspender y desalojar las tribunas”, afirmó Alonso, señalando que la decisión de la entidad sudamericana de priorizar la transmisión televisiva por sobre la seguridad de los asistentes fue una “responsabilidad clara”.

La respuesta de Bullrich, hincha reconocida de Independiente, no se hizo esperar. A través de la red social X, la ministra criticó duramente al gobierno de Axel Kicillof, al que acusó de connivencia con la violencia en las canchas.

“Lo de ayer en Independiente fue una tragedia. El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires dejó que la violencia se adueñe de la cancha porque les da miedo hacer intervenir a la Policía bonaerense para recuperar el orden”, escribió en un comunicado oficial. Además, acusó a la gestión de Kicillof de “convivir con los barras y sus negocios” y prometió que su Ministerio recuperará el orden en el fútbol.

Alonso se defendió argumentando que la policía provincial no podía reprimir con “gases o balas de goma en una tribuna donde había familias, mujeres y niños”, y sostuvo que la clave para evitar una tragedia mayor era separar a los violentos del resto de los espectadores. El ministro bonaerense insistió en que el operativo fuera del estadio funcionó correctamente y que los incidentes se originaron por la falta de control dentro de la cancha, donde los violentos utilizaron caños y hierros que arrancaron de la misma estructura del club.

Las acusaciones de Bullrich escalaron de tono al referirse directamente al gobernador Kicillof, a quien tildó de “inútil”. “El inútil de Kicillof se saca fotos con Tapia para la vuelta de las dos hinchadas por puro show electoral, pero es evidente que no puede garantizar la seguridad ni cuidar a la gente”, lanzó la ministra, elevando el debate de la seguridad al plano electoral.

Por su parte, el ministro de Seguridad bonaerense no solo responsabilizó a la Conmebol, sino que también apuntó a la seguridad privada contratada por el club. “No había una línea de seguridad privada que impidiera a los hinchas balconear hacia la parte de abajo. Eso fue clave para que la situación se descontrolara”, concluyó Alonso, insistiendo en que lo sucedido fue una “consecuencia de la falta de decisión y del fallo de la seguridad privada”, y no de la Policía Bonaerense.

Los violentos episodios, que se extendieron por más de una hora, provocaron la cancelación del partido, cuya definición se trasladará a las oficinas de la Conmebol. El saldo fue de más de cien detenidos y al menos dos heridos de gravedad, mientras las autoridades provinciales y nacionales continúan cruzando acusaciones en un nuevo capítulo de la disputa política por el control de la seguridad.

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