El macrismo atraviesa una profunda fractura interna. Tras sellarse alianzas con La Libertad Avanza (LLA), un grupo de dirigentes de Pro —excluidos de las nóminas o que rechazaron el pacto con Milei— ha emergido como oposición interna, desafiando al nuevo liderazgo en Diputados y en las urnas.
En el Congreso, figuras como Silvia Lospennato, Ana Clara Romero, Gabriela Besana y María Eugenia Vidal marcaron distancia al ausentarse durante la votación del quórum para debatir el veto presidencial al aumento jubilatorio, facilitando que la oposición obtuviera los dos tercios necesarios para derogar el veto.
De igual modo, Lospennato –ya señalada por Milei tras conflictos electorales en la Ciudad– se ausentó en la votación del veto a la emergencia en discapacidad, mientras que Germana Figueroa Casas (Pro Santa Fe) mantuvo un perfil más alineado con el oficialismo, votando a favor de los vetos.
En Santa Fe también hubo movimientos de resistencia. Gabriel Chumpitaz y Verónica Razzini, ya distanciados del bloque principal de Pro, se pronunciaron a favor de mantener la ley de emergencia para personas con discapacidad, y Chumpitaz avanzará en las elecciones bajo la boleta de Compromiso Federal.
A nivel nacional, dirigentes como Sofía Brambilla, Karina Bachey, Héctor Baldassi y Álvaro González decidieron votar en contra de los vetos presidencialistas, lo que provocó un fuerte malestar en la dirigencia de Pro: hubo pedidos de expulsión contra ellos por “usar al partido como escudo electoral” y luego votar contra su propia coalición.
Este es el por qué de mis votos. pic.twitter.com/wf1i8fFGjc
— María Eugenia Vidal (@mariuvidal) August 20, 2025
Esa dinámica se replicó en varias provincias. En Córdoba, Baldassi se postulará por fuera del macrismo como figura principal del frente Ciudadanos, mientras que el titular local de Pro, Agost Carreño, resistió una intervención partidaria, presentó una lista propia y competirá como candidato a diputado nacional.
Frente a este escenario de desintegración partidaria, emergieron nuevos espacios como Potencia, liderado por María Eugenia Talerico. Este espacio incorporó a heridos del macrismo —como Javier Martínez (Pergamino), Juan Manazzoni (Tandil) y más— que no se sienten representados por los acuerdos pactados con La Libertad Avanza (LLA).
En la Provincia de Buenos Aires y otras circunscripciones clave, la dispersión generada por estos “heridos” amenaza la cohesión electoral del macrismo. Dirigentes que quedaron al margen, como Julio Garro y otros, podrían resignarse a competir desde afuera o, directamente, convertirse en contendientes de Milei, lo que suma incertidumbre a la estrategia opositora en un año altamente polarizado.