Este miércoles por la noche, el Gobierno de Javier Milei logró convalidar en la Cámara de Diputados el veto del Presidente a la ley que aumentaba 7,2% todas las jubilaciones y pensiones, y el incremento del bono de $70 mil a $110 mil. Dado que se necesita que los vetos sean rechazados por ambas Cámaras, la decisión del Poder Ejecutivo quedará firme.
La oposición necesitaba dos tercios de los votos para rechazar la decisión del Gobierno e insistir con la ley original. Las abstenciones jugaron un rol clave.
Solo faltaron dos voluntades para alcanzar los dos tercios que exige la Constitución Nacional para insistir con una ley aprobada por el Congreso. Con esta derrota, el oficialismo neutralizó también a la oposición en el Senado, que ya quedó fuera de juego.
La oposición sumó 160 votos a favor del proyecto original y el oficialismo aglutinó 83 rechazos. También hubo seis abstenciones que jugaron a favor del oficialismo porque al estar presentes aumentaron el umbral necesario para llegar a los dos tercios.
Entre los que se abstuvieron se destacan los cuatro diputados de Misiones que responden al líder renovador Carlos Rovira, María Eugenia Vidal (Pro) y Marcela Antola, que trabaja en tándem con el gobernador Rogelio Frigerio. El mandatario de Entre Ríos también ayudó al Gobierno con el voto negativo de Francisco Morchio, que integra el bloque Encuentro Federal.
Vidal fue la cara más conocida de las abstenciones, que fueron claves para salvar el veto. A pesar de sus dichos en contra de LLA en CABA, en Diputados terminó dándales una gran ayuda.
Por su parte, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, aportó los votos negativos de Lisandro Nieri y Pamela Verasay. Y el santacruceño Claudio Vidal, sumó a José Garrido a las filas del oficialismo (Garrido había votado a favor de la media sanción en junio).
Otros tres radicales, Atilio Benedetti de Entre Ríos, Soledad Carrizo de Córdoba y Gerardo Cipolini de Chaco, completaron la nómina de diputados que sostuvieron el veto presidencial.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la medida tendría un impacto de entre el 0,22% y el 0,42% del PBI. En número concretos: en agosto las jubilaciones se ajustaron por la inflación de junio (1,62%) y sobre esa baje el mínimo alcanzó $314.305, que junto con el bono extraordinario de $70.000 se transformó en $384.305.
En cambio, si la norma sancionada en el Congreso hubiera quedado firme, los haberes de agosto se habrían calculado de otra manera. El haber mínimo de $314.305 se habría multiplicado por 1,072, lo que daba $336.928. Sumando el bono de $110.000, el total habría alcanzado los $446.928. En tanto que la jubilación máxima se ubicó en $2.114.977 y con esta ley hubiera rondado los $2.267.263.
Al llegar el momento de la votación, el presidente del bloque radical Rodrigo de Loredo, propuso insistir de forma parcial y para eso pidió que la votación sea por artículos. Pero finalmente primó el criterio de votar todo junto.