“Con inteligencia, no se cae en lo mediático”

“Con inteligencia, no se cae en lo mediático”

Referente del teatro under, el último año dio su gran salto de popularidad al participar en Bailando por un sueño. Hiperactivo como pocos, tiene muchos proyectos por delante y dice que lo decadente le da miedo y que la tele, para él, es un trabajo más.


Vidas privadas me llega a través de Javier Faroni, con quien vengo trabajando desde hace unos años. El año último nos reunimos y me manifestó que tenía ganas de que yo dirija textos de otros, porque ya habíamos tenido éxito dirigiendo los míos pero estaba bueno probar otras cosas. Primero, me acercó Ocho mujeres. Me encantó, la hicimos y nos fue bárbaro todo el año. De hecho, ahora la estamos haciendo en Mar del Plata. Después me trajo Vidas privadas y me pareció que estaba bueno el desafío y la propuesta. Es un texto que fue película, que protagonizó Laurence Oliver. Tuvo versiones escénicas en todas partes del mundo y ahora está en Broadway, con Kim Cattrall (?Samantha? de Sex & the City), que hace el personaje de Georgina. No me costó meterme en la piel de otro dramaturgo porque cuando leí la obra, vi que me podía identificar con ese tema. Este es el tercer texto que dirijo de otro autor. Antes había hecho El anatomista y Ocho mujeres y, en este caso, también hice la adaptación. Me identificaba con el tema del amor y la pareja, los celos, la psicología del amor. Hice una adaptación libre de la obra donde respeté la esencia y los personajes, pero metí cosas nuevas y una sensibilidad diferente.

Armé el elenco de la misma forma que en todos mis espectáculos, con mucha intuición, antojo y desafío. Estaba muy bueno ver a Miguel Ángel Rodríguez haciendo algo diferente a lo que suele hacer. Es un actor muy popular, muy rioplatense y era interesante meterlo en este humor tan americano y distinguido, de mucho glamour. Algo que no se ve en él ya que acostumbra a trabajar la idea del barrio. Georgina Barbarossa era un gran desafío. Es una gran actriz que puede pasar por muchas cuerdas, por más que sea una gran comediante. Con María Fernanda Callejón y Christian Sancho tampoco había trabajado y me pareció bueno meterlos en otro contexto. Es la tercera obra de teatro que Christian hace y está bueno lo que le aporta. En mi versión de la obra, la pareja de Georgina y Miguel Ángel se separa y ellos se vuelven a casar con parejas más jóvenes. Reinciden en la vida con unos íconos sexuales pero el amor los vuelve a unir y a convertir en esa pareja tan despiadada y feroz que lleva adelante toda la obra.

Impasse 1: El teatro Picadilly es el lugar indicado para la nota, un rato antes de la función. Christian Sancho camina por ahí, tomando un agua, mientras Miguel Ángel Rodríguez llega y saluda con simpatía. Ahí es cuando aparece una figura toda vestida de blanco, pantalón y remera. Es José María Muscari.

Hay una resignificación importante del concepto de amor en la obra. Este es un tema que me parece universal, atemporal y que identifica a todos por igual, más allá de tu sexualidad, tu creencia, tu edad, tu experiencia. Lo que tiene de interesante Vidas privadas es que todo el público se identifica, tanto con el tema como con el humor. Fijate que en la obra el público no se ríe de chistes sino de situaciones en las que alguna vez fue dejado, dejó a alguien o va a dejar a una persona; o te repercute porque te hace acordar a tu familia o a tu pareja anterior, la persona de la que te enamoraste y con la que no pudiste concretar. Hay algo del orden de lo universal que funciona más que bien.

Después de mi participación en Bailando 2011 no caí en la vorágine mediática que le pasa a mucha gente, porque siempre supe que la televisión es un trabajo más, en el que no se me va la vida. La expectativa de la televisión conmigo (digo, Tinelli e Ideas del Sur) nunca fue que me convierta en un mediático despiadado, que expone cualquier bajeza por cinco minutos más de cámara, sino que mostrara en la pista la polémica que tengo en mis espectáculos y en mi forma de ser, que fue lo que sucedió. Estuve seis meses en los que la controversia giraba sobre mi idea artística, la forma en que bailaba una cumbia y cómo se instalaba en un programa tan machista que bailase con otro varón.

Fue buenísimo porque me permitió instalarme sin ningún escarnio mediático como director y creador. El público me reconoce como un creador que, en el medio de las cosas que hace, puede participar en Showmatch o ser jurado de Sábado Show. Igual no es mi estado neurálgico estar en la tele, por más que es un medio que me encanta y la pase muy bien. Con inteligencia, hay pocas posibilidades de caer en lo mediático y lo decadente, que es algo a lo que siempre le tuve miedo.

Impasse 2: Nos sentamos con José para hablar de su última creación teatral. La palabra ?creador? forma parte de su definición como artista. Responde todo con una verborragia afable y sincera, en la que también aparece el recuerdo de la televisión.

Siempre busco pretextos que me impliquen asumir desafíos que no supongan la repetición. Sería imposible repetirme con Vidas privadas porque es un texto de un autor que nunca trabajé, con actores a los que no conozco. Sería imposible repetirme con Ocho mujeres porque nunca hice a un autor como ese en una obra de suspenso y de época. A pesar de que hago muchas cosas, a otras les digo que no, como cuando viene un productor o un actor y me ofrece un trabajo porque le parece que lo puedo hacer bien ya que se parece a algo que hice antes. Tengo la suerte de tener el olfato para descubrirlo rápidamente y no es algo que me seduce. Para que acepte un trabajo me tiene que seducir porque pongo mucho en cada laburo. Cuando acepto dirigir es porque implica una fractura con lo que vengo haciendo.

Voy a dirigir Póstumos, un espectáculo de escritura propia que estrenaré a mediados de año, en el teatro Regio, dependiente del Teatro San Martín. Va a reunir a grandes figuras del teatro, el cine y la televisión que le dedicaron su vida a la actuación y van a cumplir en escena el sueño de actuar lo que siempre quisieron pero nunca pudieron. El elenco cuenta con Nelly Prince, María Concepción Cesar, Beatriz Bonnet, Chunchuna Villafañe, Duilio Marzio, Max Berliner, Tito Mendoza y Ricardo Bauleo.

Ahora, en febrero, me pongo a ensayar como actor una obra escrita y dirigida por Mariela Asensio, Mujeres en el aire, que habla de la utilización de la mujer en los medios de comunicación. Voy a tener como compañeras a Érica García, Pamela Rodríguez y Valentina Bassi. Tengo actividades que me dan mucha alegría. Todo esto me agarra en un momento de mucha adultez, que me permite cosechar la exposición mediática que tuve en 2011 y que, por suerte, se ve en la elección que realiza el público de las obras que hago.

Vidas privadas.
Picadilly. Corrientes 1524. Domingos, miércoles y jueves, a las 21; viernes, a las 22; sábados, a las 20.30 y 22.30.

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