Karina Milei y los sectores vinculados a Menem están evaluando cuidadosamente la situación de Santiago Caputo. A pesar de los gestos públicos de apoyo de Javier Milei hacia su asesor principal, el entorno asociado al kari-menemismo está socavando su influencia.
Recientemente, ha circulado el rumor de que ya se ha tomado la decisión de apartarlo de su rol en la comunicación estratégica. Asimismo, se considera confirmada la intención de desmantelar las oficinas ubicadas en Reconquista 40, donde opera una parte significativa del equipo del consultor.
No se afirma que Caputo será removido del gobierno, sino que se pretende reubicarlo de su posición como líder de comunicación. Se le critican aspectos profesionales y se sostiene que su desempeño no estaría cumpliendo con las expectativas deseadas.
Además, los oponentes internos de Caputo mencionan “deslices” reiterados, citando como ejemplo un episodio durante la Asamblea Legislativa, en el que el asesor tuvo un enfrentamiento con el diputado Facundo Manes, involucrándose en una acalorada discusión. Algunos van más allá y mencionan problemas personales del asesor que, según afirman, podrían contribuir a dichos deslices.
Es notable el nivel de animosidad que se observa, especialmente considerando que el consultor ha sido recientemente incorporado por la misma Karina en la mesa de campaña encargada de definir la estrategia para las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Esto resulta aún más relevante si se toma en cuenta que el propio presidente ratificó a fines de julio el papel de Caputo como estratega en el denominado “triángulo de hierro”.
Existen quienes sostienen que los rumores son operaciones impulsadas exclusivamente por el menemismo y que la secretaria general de la presidencia no tiene conocimiento de ello. Sin embargo, resulta difícil de creer que Karina no esté al tanto de uno de los temas de conversación recurrentes dentro de su reducido círculo de confianza.
Acompañando al viento de la historia y escuchando la demanda de los millones que nos votaron, seguimos trabajando para liberar la provincia de Buenos Aires, último reducto del maldito populismo.
Con Lule Menem, @SPareja_, @cristianritondo, @diegosantilli y @gmontenegro_ok… pic.twitter.com/1SgrHV3w4x
— Karina Milei (@KarinaMileiOk) April 10, 2025
La eventual salida de Caputo, sobre la cual se habla extensamente en ciertos sectores del Gobierno, no necesariamente implica que este pierda influencia en otras áreas gubernamentales donde el asesor cuenta con un notable poder, como la SIDE. La versión de este posible cambio, de la que pocos se atrevan a hablar a pesar de los esfuerzos realizados para que llegue a los medios de comunicación, podría interpretarse como una estrategia mediática destinada a ejercer presión.
No sería la primera vez que se anuncia como confirmada una decisión que nunca llega a materializarse. No obstante, aun en el caso de que Caputo no sea retirado de la dirección de comunicación estratégica ni su equipo deba abandonar Reconquista 40, la persistente reiteración de estas narrativas por parte del kari-menemismo pone de manifiesto un aspecto claro: la ofensiva contra el asesor se ha intensificado.
El descontento de un sector de La Libertad Avanza (LLA) con Caputo no es un fenómeno reciente. El cierre de listas en la provincia de Buenos Aires ha venido a revelar lo que era un conocimiento ampliamente difundido: el organizador Sebastián Pareja, quien se encuentra alineado con Karina, ha excluido prácticamente a todos los dirigentes de la facción caputista. Únicamente ha permitido que el secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, ocupe la quinta posición como candidato en la Tercera Sección electoral.
Se constituyó en un duro revés, casi una humillación, para el grupo de Caputo; sin embargo, optaron por mantener su lealtad y no manifestar públicamente su descontento. Algunos expresaron su decisión de no llevar a cabo campaña en la provincia como señal de desagrado, pero no fueron más allá de esa declaración.