El Banco Central (BCRA) ha ampliado desde esta semana el funcionamiento de su ventanilla de liquidez inmediata, un sistema que posibilita a los bancos vender títulos públicos y recibir pesos con acreditación el mismo día. Esta iniciativa comenzará a aplicarse a partir del lunes 28 de julio y refleja, en parte, una de las principales recomendaciones que las entidades financieras habían presentado al Gobierno antes de que se oficializara la eliminación de las LEFI, los instrumentos que el Tesoro empleaba hasta mediados de mes para retirar pesos del sistema.
La decisión del BCRA se conoció a través de la Comunicación B13021, fechada el 24 de julio. El texto modificó la norma A7291 y habilitó tres cargas diarias por título para acceder a la liquidez, en horarios más amplios que los anteriores. La disposición llegó después de una semana marcada por una fuerte inestabilidad cambiaria, que llevó al dólar oficial hasta la zona de los $1.300, impulsado por el exceso de pesos en circulación.
El desequilibrio surgió debido a la repentina eliminación de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), que el Gobierno empleaba para reducir una parte de la base monetaria sobrante. Hasta el 10 de julio, las entidades bancarias tenían la posibilidad de adquirir LEFI sin que esto se considerara como exposición al sector público, lo que les proporcionaba una ventaja competitiva respecto a otros instrumentos del Tesoro. Esta particularidad también aclaraba su función esencial como mecanismo para gestionar la liquidez.
Cuando el Ministerio de Economía optó por desactivarlas, aproximadamente $10 billones quedaron disponibles sin una herramienta inmediata para su canalización. En los días posteriores, las tasas en pesos disminuyeron drásticamente y el mercado cambiario respondió con un notable aumento del dólar. La inyección de pesos y la escasez de alternativas para invertirlos generaron una dinámica de cobertura que ejerció presión sobre los precios de la moneda.
Ante tal situación, el Gobierno implementó una serie de acciones urgentes: incrementó las tasas de interés, reinstauró los pases pasivos y llevó a cabo una licitación de deuda fuera del calendario habitual con el fin de absorber pesos. Esta operación tenía como objetivo mitigar el impacto a corto plazo, pero el BCRA también introdujo una nueva herramienta permanente para facilitar que los bancos se deshagan de los bonos soberanos incluidos en los encajes: una ventanilla de liquidez inmediata con condiciones más flexibles que las anteriores.
Ese tipo de propuesta fue presentada por las cuatro principales asociaciones bancarias locales —ADEBA, ABA, ABAPPRA y ABE— mediante una carta dirigida al BCRA alrededor del 14 de julio, justo una semana antes de la crisis cambiaria. En este documento, que no se hizo público de manera oficial, las instituciones señalaban los efectos perjudiciales de eliminar las LEFI sin contar con instrumentos alternativos, y sugerían tres medidas específicas para prevenir desórdenes.
Una de estas medidas —el punto ii de la carta— proponía “implementar un mecanismo que permita a las entidades acceder a fondos de manera inmediata al menos hasta las 18hs, garantizando un título soberano que se integre a esa hora del mismo día”, similar a lo que ofrecen otros bancos centrales como la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco Central de Brasil.