El Gobierno invierte casi $140 mil millones en servicios sin supervisión clara

El Gobierno invierte casi $140 mil millones en servicios sin supervisión clara

El presupuesto que usa Nación en estos conceptos es similar al que dispone el Hospital Garrahan para todo el año.


El sector de “servicios no personales”, presente en el presupuesto nacional, abarca un amplio espectro: según el manual de clasificaciones presupuestarias del sector público nacional, incluye todos los gastos esenciales para el funcionamiento de los organismos estatales, así como los destinados a la conservación y reparación de bienes de capital. Este rubro comprende el pago de servicios básicos, alquiler de edificios, terrenos y equipos, así como servicios de mantenimiento, limpieza y reparación, tanto técnicos como profesionales, publicidad e impresión, y servicios comerciales y financieros, entre otros.

Dentro de esta extensa categoría del presupuesto, existe una subcategoría denominada “otros servicios”, que abarca aquellos para los cuales el Estado tiene asignados fondos, pero cuyo propósito final no está claramente definido y que quedan excluidos de las categorías previamente mencionadas. Así, al igual que en el caso de los gastos reservados, no se dispone de información pública sobre la utilización de estos recursos.

Este año, el Estado cuenta con un total de $ 139.350 millones, lo que representa un incremento de $ 81.940 millones en comparación con los $ 57.410 millones del presupuesto de 2024, y $ 104.734 millones más que en 2023, cuando el presupuesto era de $ 34.616 millones. La partida correspondiente a servicios no especificados ha pasado de representar, en un año, del 22,8% al 34,5% del gasto total que el Estado destina a servicios.

Los ministerios que disponen de mayores recursos en este rubro que no requiere rendición de cuentas son el de Seguridad, que tiene asignados $ 48.196 millones, y el de Justicia, con $ 41.886 millones. Les siguen el Ministerio de Salud, con $ 3.707 millones, y el de Relaciones Exteriores, con $ 2.574 millones. En conjunto, estos cinco ministerios suman $ 96.363 millones. La Secretaría de Turismo y Deportes, bajo la dirección de Daniel Scioli, cuenta con $ 6.621 millones destinados a estos gastos, de los cuales, al igual que en el caso de los reservados, no existen detalles públicos disponibles.

Es notable el aumento del presupuesto en consumos no auditados en los Ministerios de Seguridad y de Justicia. El primero contaba, en 2024, con $ 5.564 millones, mientras que el segundo tenía $ 5.626 millones.

Al considerar los datos en términos porcentuales sobre la participación de estos conceptos no especificados en el total de los servicios en los que invierte el Gobierno, el porcentaje actual (34,5%) es el más alto de los últimos años. En 2021, estos “servicios no especificados” representaban el 24% del total de esos gastos, porcentaje que aumentó al 27% en 2022 y al 29% en 2023. En 2024, se redujeron al 22,8%, pero en un año el incremento es de 12 puntos porcentuales, el mayor aumento interanual en el período señalado y la cifra más alta en cinco años.

Para el ejercicio fiscal 2025, el Gobierno ha presupuestado una cantidad para los servicios que no son básicos y necesarios para el funcionamiento del Estado—ya que estos están contemplados en otras categorías—similar a la prevista para el Hospital Garrahan ($ 186 mil millones), cuyos profesionales llevaron a cabo una nueva marcha esta semana.

En este contexto, el Ministro de Salud, Mario Lugones, expresó en su cuenta de X que el Gobierno está “reordenando” el Hospital “para poner fin a los abusos ilegales y la mala administración”. También afirmó que “el problema nunca ha sido solamente de recursos: es de gestión y eficiencia. Por ello, hemos aumentado el presupuesto, eliminado privilegios y corregido desvíos para que cada peso se destine a donde debe: a la salud”.

Sin embargo, el dinero que el Estado ha asignado para los “servicios no especificados” es, además, el doble de lo disponible para el funcionamiento de hospitales universitarios ($ 77.636,84) y 28 veces superior al del Instituto Nacional del Cáncer, que cuenta con $ 4.999 millones. Este último organismo ha dejado de existir como tal para convertirse en una dependencia del Ministerio de Salud, que tiene aproximadamente la misma cantidad de recursos ($ 3.707 millones) para gastos en servicios sobre los cuales, contrariamente a lo que correspondería a una buena administración, no tiene obligación de rendir cuentas.

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