El bloque de Unión por la Patria (UP) en el Senado Nacional busca evitar sorpresas y ha emitido un aviso a los gobernadores sobre la sesión de hoy: si no se ratifican los proyectos de previsión y de emergencia en discapacidad, los mandatarios provinciales no contarán con media sanción para su iniciativa, la cual pretende aumentar los recursos que reciben las provincias.
La senadora Anabel Fernández Sagasti emitió una advertencia antes de la reunión de Labor Parlamentaria que comenzó a las 11 de la mañana, en la cual se determina el formato de la sesión. En relación a este tema, la senadora comunicó que la postura de Unión por la Patria (UP) es que primero se trate la ley de emergencia en discapacidad, seguido del aumento del 7,2 % en las jubilaciones, después el incremento del bono de $70.000 a $110.000 y la reinstauración de la moratoria previsional. Por último, se plantearía la discusión sobre el proyecto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y los fondos provenientes del impuesto a los combustibles para las provincias.
En el kirchnerismo están preocupados por una videoconferencia que se llevó a cabo el miércoles entre varios gobernadores, quienes, tras recibir la media sanción para su iniciativa, podrían retirar a sus senadores, lo que complicaría la discusión sobre los demás proyectos que requieren un debate previo sobre la validez de los dictámenes.
Si esta postura prevalece, se requerirán los dos tercios de la Cámara -48 senadores, asumiendo que todos estén presentes- para permitir el tratamiento sobre tablas de los proyectos que modifican las jubilaciones.
“Si primero abordamos el proyecto de los gobernadores, nos quedamos sin senadores para otros asuntos. Y si tenemos que buscar los dos tercios, estamos perdidos; por eso, la sesión debe comenzar con el tema de jubilaciones”, comentó un senador K. De este modo, la sesión programada para las 14 implicaría una autoconvocatoria de un sector de la oposición -se sugiere que tienen entre 40 y 50 legisladores listos para asistir al recinto- para iniciar el debate.
Para alcanzar el quórum, solo se requieren 37 senadores presentes. El kirchnerismo cuenta, en teoría, con 34; si se inicia la reunión, el siguiente paso será obtener una mayoría simple para aprobar un plan de Labor y definir el temario y el orden del día. En principio, esto no debería ser un obstáculo, siempre que no haya desacuerdos entre quienes están ansiosos por golpear contundentemente a un Ejecutivo que aún no ha tomado medidas para suavizar la situación.
Además, se deberá prestar atención a lo que la vicepresidenta y presidenta del Senado, Victoria Villarruel, valide según el reglamento. El siguiente paso sería, una vez que se llegue al análisis de los tres proyectos que presentan conflictos reglamentarios, que el pleno decida si son válidos, considerando lo sucedido la semana pasada. El recinto es soberano en este aspecto y no debería haber dudas al respecto, aunque la decisión que se tome podría dejar un mal precedente. O, aún peor: que la reunión de este jueves termine siendo objeto de un proceso judicial.