El martes en una entrevista con Fernando Riva Zucchelli en el programa NU Radio, que se emite por Radio Zónica, la exlegisladora y exsecretaria de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad, Silvia La Ruffa, cuestionó duramente el Decreto 383/2024 impulsado por la ministra Patricia Bullrich, que reestructura la Policía Federal.
“El marketing de la ministra dice que quiere transformar a la Policía Federal en el FBI. Un objetivo que seguramente todas las fuerzas políticas estaríamos de acuerdo en acompañar. Pero cuando uno lee el decreto, se da cuenta que lo que menos tiene que ver es con una agencia de investigación criminal y que casi todo refiere a funciones de control social y orden público”, afirmó.
La Ruffa señaló que el decreto establece una virtual intervención sobre la Policía Federal al romper su cadena de mandos e introducir estructuras paralelas. “Lo que hace es debilitar la cadena de mando y empoderar al Ministerio. Crea departamentos que duplican funciones del jefe y subjefe de la fuerza. Y todo esto sin ningún estudio previo, como ocurrió en 2016 con el traspaso a la Ciudad, que también fue arbitrario”, explicó.
Uno de los puntos más controvertidos del nuevo estatuto, según la experta, es que otorga facultades que vulneran la división de poderes. “La Policía Federal es auxiliar de la justicia. No puede iniciar causas por su cuenta, detener personas sin orden judicial ni realizar ciberpatrullaje sin control. Si se avanza en esto, se habilita al Ejecutivo a perseguir a quienes piensan distinto. Es un retroceso democrático”, advirtió. Y agregó: “Espero que la Justicia o el Congreso deroguen este estatuto”.
Consultada sobre el trasfondo de estas medidas, La Ruffa no dudó: “La excusa de una carta orgánica obsoleta es solo para legitimar acciones de Bullrich en materia de control social y orden público. Las fuerzas federales no tienen que estar los miércoles en la calle reprimiendo jubilados. Tienen que estar investigando delitos complejos: narcotráfico, trata, lavado”. En ese sentido, denunció que las reformas no apuntan a mejorar la capacidad investigativa, sino a militarizar la protesta social.
En relación al protocolo antipiquetes, la exfuncionaria ironizó: “Cuando la protesta es chica, se aplica el protocolo con todo el despliegue. Cuando es masiva, desaparece. Es marketing. En la práctica, lo único que hacen es complicar la circulación sin evitar la manifestación. Y el gasto que implica todo esto, en horas extras, camiones y gases, es enorme. ¿No hay plata, pero sí para eso?”
Finalmente, La Ruffa fue categórica sobre el uso excesivo de la fuerza: “Lo que se ve en las marchas, con motos que giran cerca de la gente, con agresiones incluso a periodistas o jubilados, no tiene justificación. Si actúan así es porque hay una conducción política que da la orden. El problema no es la institución, es la conducción política del Ministerio de Seguridad, con el aval total del Presidente de la Nación”.