Los empleados del Hospital Garrahan mantienen su demanda de mejoras salariales, argumentando que el Gobierno no les ha presentado ninguna oferta específica. A diferencia de los residentes, quienes son contratados por el Ministerio de Salud, el resto del personal se encuentra en una situación financiera dependiente del Consejo de Administración del hospital.
Los trabajadores del Garrahan solicitan un aumento en sus salarios, el cual podría justificarse por mayores gastos presupuestarios, algo que desde el gobierno nacional no están dispuestos a validar.
Por otro lado, en el ámbito de Salud, se menciona la necesidad de ajustar los recursos disponibles para el hospital. “El acta [de conciliación] fue clara: la discusión sobre la pauta salarial se lleva a cabo en la paritaria nacional. Sin embargo, se dejó abierta la posibilidad de mejoras locales, siempre que se financien con recursos genuinos del hospital”, comentan.
Si esta postura no sufre modificaciones, parece casi seguro que no se alcanzará un acuerdo durante la audiencia de conciliación obligatoria programada para esta semana en la Secretaría de Trabajo de la Nación.
Mientras tanto, la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT) y ATE Garrahan han programado un paro de 24 horas para este miércoles, que incluirá un festival en las inmediaciones del hospital.
Por otro lado, el próximo domingo se realizará un paro parcial de 7 a 14 horas, seguido de una bicicleteada hacia el Obelisco de la ciudad.
En el Ministerio de Salud de la Nación, encabezado por Mario Lugones, se sostiene que los sectores que han convocado a la huelga están violando las condiciones de la conciliación obligatoria que fue prorrogada la semana pasada. “Incumplir con este acuerdo va en contra de la buena fe de negociación”, aseguran.
Por otro lado, desde los gremios del hospital responden que esta situación se genera debido a la falta de propuestas concretas por parte de la administración libertaria. “En la última audiencia, ni siquiera se presentaron representantes del Hospital y no recibimos ninguna oferta. Consideramos que la próxima reunión es solo un intento de dilatar el proceso”, subrayan.
Desde este grupo enfatizan que habrá personal disponible en el hospital en todo momento, asegurando atención para emergencias e internaciones. Los residentes del hospital no se sumarán al paro. “Continuaremos trabajando”, afirman.
Los trabajadores del hospital, que dependen de los fondos que el Ministerio de Salud destina al Consejo de Administración del Garrahan, reclaman un salario mínimo equivalente a la Canasta Familiar que calcula el ATE INDEC, que actualmente asciende a $ 1.819.121.
El Gobierno prevé que la tensión con los trabajadores persistirá en las próximas semanas. Desde la gestión libertaria sostienen que el presupuesto destinado al Garrahan es adecuado (o incluso superior) a lo necesario y que, en todo caso, se requieren reajustes y nuevas medidas para redistribuirlo entre los empleados. “Necesitamos ahorrar partidas para que eso se dirija directamente a los aumentos salariales. Hay fondos, pero se están utilizando para quienes no trabajan”, expresó una alta fuente del Gobierno.
En las próximas semanas, podrían comenzar a producirse algunos de los primeros despidos. Se espera que la implementación del control biométrico revele datos sobre supuestos empleados que no se presentaban a trabajar, lo que podría resultar en desplazamientos.
Ante las afirmaciones sobre la posible existencia de “ñoquis” en el hospital, el secretario general de ATE Garrahan, Alejandro Lipcovich, declaró recientemente: “Desde 2023, gestionan el Garrahan y no han podido identificar un solo ñoqui. La realidad es que los salarios básicos están por debajo de la línea de pobreza”. El anuario 2024 de datos estadísticos revela que el Hospital Garrahan tiene 4,728 empleados de planta: 957 en logística, 581 en roles de liderazgo y 3,190 en el área asistencial, quienes se encargan directamente de la atención a los pacientes.
El Gobierno, sin embargo, presenta una cifra diferente: 5,872, incluyendo al personal de empresas tercerizadas que no son empleados directos, pero cuyos sueldos se cubren con recursos gestionados por el Consejo de Administración del instituto. “El Garrahan tiene 5,872 trabajadores y 582 camas. Esto se traduce en 10.1 empleados por cama, un número muy superior al rango internacional recomendado, que oscila entre 4 y 7”, sostienen. Desde el hospital, en cambio, afirman: “De los 4,728 trabajadores, solo 473 son administrativos, lo que representa un 10%. El personal asistencial suma 3,190 trabajadores, es decir, un 67%”. “No son solo médicos, sino también enfermeros, técnicos, extraccionistas, farmacéuticos y muchos otros profesionales que contribuyen en el hospital”.
Uno de los puntos clave en el próximo ajuste será la reducción de los cargos jerárquicos médicos. “Hay 188 de estos cargos sobre 546 médicos [solo se cuentan los médicos de planta, excluyendo a los residentes, que son 365, así como otros especialistas como kinesiólogos y enfermeros], lo que representa un 34.4%. Esta es una gran distorsión en la pirámide jerárquica. En un hospital eficiente, esta proporción debería estar entre el 10% y el 15%”. También mencionan que con la implementación del control biométrico, que se instaló hace algunas semanas, se podrá identificar quiénes asisten y quiénes no.
“El Hospital Garrahan tiene un exceso de personal, sobre todo en áreas no médicas y en cargos jerárquicos. Presenta una estructura piramidal invertida, lo que denota un modelo ineficiente. Esto contribuye a la presión sobre el presupuesto y a la necesidad de un rediseño profundo del personal”, afirman.
