La diputada nacional Gisela Marziotta expresó su profunda preocupación por el rol del Poder Judicial en la condena a Cristina Fernández de Kirchner, y advirtió que el proceso estuvo viciado desde su origen, con un claro objetivo político: proscribir a la dirigente opositora más importante del país.
“No podemos naturalizar en la Argentina el uso del Poder Judicial con fines políticos. Esto debería alarmarnos como sociedad, más allá de las simpatías partidarias”, afirmó.
Marziotta comparó la situación con el caso de Lula Da Silva en Brasil, donde las máximas instancias judiciales revisaron y anularon una condena injusta. En cambio, en el caso de Cristina, las instancias se agotaron sin revisar a fondo las irregularidades del proceso.
“Que haya habido dieciséis magistrados actuando no garantiza que el proceso haya sido justo. No hay lawfare sin complicidad de los medios. Hay una construcción deliberada del relato para legitimar una condena que es política”, aseguró.
La diputada también señaló que la ofensiva judicial se aceleró tras la derrota del macrismo en CABA, lo que interpretó como un intento de disciplinamiento político.
“La justicia no respondió a la Constitución, respondió a su jefe político. Es imposible no ver la secuencia: Cristina lanza su candidatura, el espacio opositor empieza a fortalecerse, y de golpe avanza esta condena. No es casualidad”, enfatizó.
Finalmente, Marziotta destacó que la movilización ciudadana que acompaña a Cristina no se limita a los espacios políticos o sindicales:
“Son miles de personas que se movilizan por convicción, porque Cristina y Néstor les cambiaron la vida. Amas de casa que accedieron a una jubilación, jóvenes que fueron la primera generación universitaria en sus familias, familias que tuvieron su casa propia. Esa gente no necesita que nadie los convoque. Van por lo que vivieron, y por lo que Cristina representa”.