Marcelo Alejandro Nimo no es un diplomático profesional, pero actualmente desempeña un papel crucial en la creación de la “diplomacia de la libertad”, la iniciativa que Javier Milei pretende implementar para transformar el servicio exterior argentino a través de una perspectiva de ajuste ideológico, lealtad doctrinal y una drástica política fiscal. Desde Madrid, Nimo actúa como un operador político con el apoyo directo del presidente, quien se describe a sí mismo como “un topo que socava el Estado desde adentro”.
A pesar de considerarse un outsider libertario, el currículum del agregado comercial y cónsul general “protocolar” en Madrid lo contradice. Su trayectoria en el ámbito estatal abarca más de veinte años y diversos signos políticos. Entre 1999 y 2009, se desempeñó como funcionario en el gobierno de Menem, bajo la dirección de Ramón Hernández, un histórico secretario privado de Carlos Menem. Su entrada en la política se produjo de la mano del exintendente de Avellaneda, Baldomero Cacho Álvarez, con quien comenzó su carrera en la gestión local.
En 2009, asumió el cargo de concejal del Pro en Avellaneda, posición que mantuvo hasta 2013. Posteriormente, militó en el massismo y en el denarvaísmo, hasta que en 2023 se unió al Frente de Todos, liderado por el entonces presidente Alberto Fernández, quien lo nombró en el directorio de Correo Argentino. Poco después, lo recompensó enviándolo a Madrid como agregado comercial en la embajada argentina en España, un puesto diplomático generalmente ocupado por políticos. Su integración al Servicio Exterior de la Nación se formalizó el 25 de abril, cuando fue incorporado mediante el decreto 227/2023.
Los interrogantes sobre la designación de Alejandro Nimo en España
Con la llegada de Milei al poder, Nimo fue destituido mediante el Decreto 177/2024, que se publicó en febrero de 2024. Sin embargo, solo seis meses más tarde, el Gobierno libertario lo volvió a incorporar a través del Decreto 722/2024, fechado el 14 de agosto. En esta ocasión, su rol cambió de agregado comercial a Consejero de Embajada y Cónsul General “al solo efecto protocolar”. Abogado de profesión, Nimo había centrado su atención en sus estudios de posgrado en Economía en la Escuela Austríaca de la Universidad Rey Juan Carlos, alma mater de personajes cercanos a Javier Milei, como el economista y mentor del anarcocapitalismo europeo, Jesús Huerta de Soto.
Si bien el nombramiento se realizó en febrero, recientemente ha vuelto a captar la atención pública debido al descontento que prevalece en los círculos diplomáticos respecto a las políticas que promueve Nimo, quien es señalado por llevar a cabo una gestión política y sectaria desde España, adoptando decisiones que beneficiarían a sus aliados ideológicos.
“Este puesto depende de la Universidad Complutense de Madrid, ya que el Colegio Mayor se encuentra en su campus, y es una propuesta de la Secretaría de Educación de Argentina, a quienes ni siquiera conozco. Pero permítame decirle que me hubiera encantado que me hubieran consultado y que hubieran considerado a Eva Carrasco para el puesto”, comentó al medio español Okdiario el miércoles 4 de junio.
La coincidencia con el nombramiento de Eva Barrasco
Por otro lado, Nimo explicó que el esposo de la profesora española —quien cumplió obligatoriamente con los requisitos para el cargo gracias a dos decretos excepcionales de Casa Rosada— señaló que Bagus, además de ser su profesor, es “su amigo”, y que solo se encontraron en una presentación en clase en diciembre de 2024, “mucho antes de que se considerara la designación de su esposa”.
En varias ocasiones, Nimo ha desmentido haber tenido algún tipo de intervención en ese nombramiento. Sin embargo, las fechas son llamativas, especialmente por el papel que desempeñó desde diciembre de 2023, cuando, además de haber entablado amistad con su profesor, Nimo se unió a “las Fuerzas del Cielo” de Milei. Dos meses después, Carrasco asumió su cargo en la institución situada en el campus de la Universidad Complutense, mientras Nimo recibía el decreto que ponía fin a su función consular.
Desde entonces, y hasta agosto de ese año, cuando fue reincorporado formalmente en un rango diplomático superior, se desconoce la función que desempeñó el exconcejal de Avellaneda y actual estudiante de la maestría en Economía Política de la Escuela Austríaca bajo la dirección de Huerta de Soto. Esto plantea una pregunta: ¿por qué un funcionario cesado fue reincorporado seis meses después con mayor poder, justo tras un nombramiento ideológico ordenado por Casa Rosada?
En su esfuerzo por reducir el tamaño del cuerpo diplomático, Nimo imagina una “diplomacia itinerante” que se alinea con intereses comerciales y se centraliza en Buenos Aires, incorporando a actores privados y expertos en diversas áreas. Cuenta con el apoyo presidencial, que aplaude el enfoque del político que lleva dos años en el servicio exterior y critica a la “casta diplomática”, un término que utiliza de forma peyorativa para referirse a los diplomáticos de carrera, muchos de los cuales se formaron en el renombrado Instituto del Servicio Exterior de la Nación.
Su labor, no obstante, ya no se limita a fomentar inversiones, sino que se convierte en un elemento clave dentro de una estructura política que está reconfigurando la Cancillería con una perspectiva libertaria. Para muchos, esto representa una embajada alternativa que opera al margen de los canales institucionales y socava la diplomacia profesional desde sus cimientos.