Los cartoneros van a reciclar computadoras

Los cartoneros van a reciclar computadoras

Unos 20 jóvenes están capacitándose para aprender a separar componentes de equipos informáticos en desuso. Ello fue posible por un convenio de la cooperativa Reciclando Sueños con la Fundación Ambiente y Sociedad, y la Cámara de Máquinas de Oficinas.


La cooperativa de Villa Soldati Reciclando Sueños, la Fundación Ambiente y Sociedad, y la Cámara de Máquinas de Oficinas, acordaron que unos 20 jóvenes aprendan a reparar componentes de equipos de PC en desuso.

La experiencia es posible porque la Fundación Ambiente y Sociedad (FAS) ideó un sistema mediante el cual los residuos electrónicos pueden ser reciclados y así evitar que terminen enterrados en un relleno sanitario.

La cooperativa Reciclando Sueños aportará la mano de obra mientras que la Cámara Argentina de Máquinas de Oficinas, Comerciales y Afines brinda los residuos informáticos.

La idea es rescatar los componentes en buen estado y luego venderlos. O con todos ellos armar nuevos aparatos y ponerlos en funcionamiento. Ahora, unos 20 jóvenes, entre estudiantes, desempleados y cartoneros, se capacitan durante tres meses con el objetivo de aprender a desmantelar equipos y manipular materiales contaminantes.

"Un 80 por ciento de los equipos están en condiciones de ser reciclados", informa Carlos Scimone, gerente de CAMOCA. Hasta ahora, pocas empresas privadas se encargaban de retirar los aparatos en desuso. Por ese trabajo, le cobraban al negocio para llevarse los residuos electrónicos. "Pero la cooperativa no pide dinero a cambio, sólo se lleva los materiales que puede reciclar", explicó Scimone.

CAMOCA cuenta con 120 socios y aportará a la cooperativa monitores, CPUs, teclados, fotocopiadoras, pequeñas máquinas y tonners, entre otros objetos, para que los técnicos los reciclen.

En el marco de esta experiencia, la FAS otorgará un certificado de calidad a los residuos que provengan de las entidades asociadas a CAMOCA. Esto garantiza que los materiales con los que trabajan los reclicadores provienen directamente de los donantes.

"Están aprendiendo a manipular objetos de alto valor contaminante; por eso, cuando terminen de estudiar no serán sólo recolectores, sino técnicos", explica Valentín Herrera, presidente de la Cooperativa.

Herrera destaca las virtudes de la experiencia, pero insiste en que es indispensable concientizar a la sociedad sobre la importancia del reciclado de residuos electrónicos: "En el país, se registran unas 20 millones de CPU obsoletas. Esos objetos sirven para darle utilidad a otras máquinas o para vender los componentes que presentan buen estado. Si la gente toma conciencia de esta situación, en un tiempo vamos a necesitar más mano de obra. Y eso es un buen síntoma", opinó el dirigente de una de las cinco cooperativas que existen en la Ciudad y motorizarán los centros verdes.
La cooperativa Reciclando Sueños surgió en 2001, en plena crisis económica. Por ese entonces, un grupo de desempleados le dio uso a un galpón como lugar de acopio de papeles y cartones. Hoy, unas 50 familias encuentran un medio de subsistencia en la recolección y clasificación de materiales que juntan en los barrios.

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