Quedó claro que la estrategia de Mauricio Macri de ir solos a la elección fue un error garrafal, que se pagó carísimo.
Ese partido que llegó al poder en la Ciudad en 2007, hace 18 años, quedó reducido, luego de sucesivas crisis, al tercer puesto en una elección legislativa, que no define poder, pero lo puede limitar. Una Legislatura hostil obligaría al jefe de Gobierno Jorge Macri a negociar con una oposición que no se destaca por su tendencia a practicar el arte de la condescendencia.
En la última elección legislativa, realizada en 2021, el Pro en Juntos por el Cambio obtuvo el 46,24% de los votos, seguido por el Frente de Todos, de Leandro Santoro, que llegó al 25,14% y por La Libertad Avanza, que consiguió el 16,54%, con la boleta encabezada por Ramiro Marra, el exiliado.
En este caso, se invirtieron los papeles: en esta elección La Libertad Avanza tomó la posta de Juntos por el Cambio, aunque sin llegar al 46% de éstos, mientras que Juntos que se quedó con el porcentaje que en 2021 obtuvo La Libertad Avanza.
El futuro de las negociaciones entre ambas coaliciones de derecha estaría definido. LLA se quedó con casi todo. Sobrevendrán ríspidas negociaciones en la Provincia de Buenos Aires y en otras provincias. Todas ellas, en detrimento de los seguidores de Mauricio Macri.
