Macri no quiere al Grupo Roggio

Macri no quiere al Grupo Roggio

Los ejes del planteo del Jefe de Gobierno porteño en sudiálogo con los K: la imprescindible renegociación del contrato con Metrovías y la mejora del servicio por parte de la consecionaria. Los subsidios traban el pase.


La realidad tiene poco que ver con lo ideal. Lo que en abstracto se muestra perfecto en los hechos choca con obstáculos concretos y de difícil resolución. Eso es lo que sucede con el tema del traspaso de los subtes a la Ciudad. Y la prueba de lo complicado de la cuestión quedó en evidencia durante la primera reunión que mantuvieron los funcionarios porteños y sus pares nacionales el viernes de la semana pasada en el Ministerio de Economía nacional. Como consecuencia de ello, las definiciones fueron escasas. A pesar de que en el encuentro estuvieron presentes, entre otros, el jefe de Gobierno capitalino, Mauricio Macri, el electo vicepresidente de la Nación y ministro de Economía, Amado Boudou, el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido y el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi. La importancia de la reunión la marcaron los funcionarios de primera línea que participaron en ella. A Macri lo acompañaron la electa vicejefa de Gobierno y ministra de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal, el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, el ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chaín y el titular de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), Juan Pablo Piccardo.

El segundo encuentro se realizó el jueves de esta semana y estuvo encabezado por Piccardo y Schiavi. El titular de Subtarráneos es el hombre que Macri eligió para que lidera las negociaciones, por su parte, De Vido nombró al Secretario de Transporte, funcionario de su más absoluta confianza, para representar al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. ?El encuentro sirvió para demostrar la buena voluntad que existe entre ambas administraciones y la intención de diálogo que prima en las dos partes. Pero no hubo mayores avances concretos. Hay dos puntos neurálgicos que serán de vital importancia para que el traspaso reconcrete: por un lado el tema de los subsidios y por el otro el papel que jugará en el futuro el Grupo Roggio, propietario del noventa por ciento de la empresa Metrovías a cargo de la red de subterráneos. Macri quiere renegociar el contrato que desde el primero de enero de 1994, tiene Roggio y además, exigirle una serie de medidas que mejoren la calidad del servicio?, le explicó a Noticias Urbanas un importante operador de Propuesta Republicana (PRO) que participó del cónclave.

La resolución del caso Roggio será imprescindible para que las negociaciones entre Nación y Ciudad lleguen a buen puerto. ?Mauricio no quiere saber nada con el Grupo Roggio, histórico enemigo en el mundo de los negocios del emporio SOCMA que lidera Franco Macri. La cuestión es tan fundamental que el jefe comunal coloca en un segundo plano el tema de los subsidios?, confesó ante este medio un dirigente macrista de trato directo con el ingeniero. Para el Jefe de Gobierno de la Ciudad la renegociación del contrato con Metrovías es inevitable, ya que según la visión de Macri el contrato actual está armado únicamente para que la concesionaria reciba subsidios por parte del Estado nacional. Por eso es necesaria una reorganización del contrato que se ajuste a las necesidades de los usuraos del subte, sostienen los voceros de Propuesta Republicana. La administración porteña mantendría la concesión hasta el 2017, siempre y cuando el Grupo Roggio cumpla un número de exigencias que le impondría el Gobierno capitalino. Pero para después del 2017, Macri no le extendería la concesión bajo ninguna causa. Y tampoco descarta la posible restatización del servicio, tomado como ejemplo el modelo aplicado en varias de las más importantes ciudades de Europa y los Estados Unidos.

Pese a que el mandato de Mauricio vence en el 2015, en el PRO se especula con que lo sucederá alguien de su misma fuerza y por eso el jefe comunal se atreve a hacer planes a tan largo plazo. La postura del macrismo en referencia al Grupo Roggio fue adelantada por al presidente de Subterráneos de Buenos Aires, Juan Pablo Piccardo, quien advirtió: ?Hay que negociar el contrato con Metrovías, que está suspendido por la emergencia económica. Y no hay necesidad de extender el plazo a pesar de que el pliego de licitación prevé extensiones por diez años?. Sin embargo, el primer paso que se necesita para la concreción del traslado a la esfera de la Ciudad, es que el contrato salga de la Unidad de Revisión y Renegociación de Contratos (UNIREN) ya que está prácticamente suspendido por la Ley de Emergencia Económica de 2002. Y si el pase se concreta, el Jefe de Gobierno porteño le exigirá a Metrovías una mejora del servicio y la maximización de frecuencias. Macri pretende que Metrovías cumpla con el pliego de licitación, que estipula la compra de casi cien coches de un valor de 2 millones de dólares cada uno para esas dos líneas y con la mejora del servicio en las líneas B y D. Para lograr ese objetivo, la empresa debe realizar una serie de obras para optimizar el sistema energético, de iluminación y de señalización e invertir en la compra de nuevos coches. Para el gobierno porteño se deben comprar 50 nuevas formaciones para línea B y 40 para la línea D. El valor aproximado de cada vehículo es de dos millones de dólares. El macrismo no quiere que lo principal de la renegociación sea el reclamo de subsidios, pedido que es utilizado como bandera por la concesionaria.

En la actualidad, el gobierno nacional gira en concepto de subsidios unos 800 millones de pesos anuales que le permiten a Metrovías mantener el precio del boleto en 1,10. ?Los funcionarios nacionales apoyarían la renegociación que Mauricio pretende practicar con el Grupo Roggio pero no quiere seguir aportando el total de los 800 millones de pesos en subsidios, ya que argumentan que si el gobierno capitalino se hace cargo de la red de subterráneos, la mayor parte de ese desembolso le corresponde a él. En todo caso, podríamos, en principio, aportar la mitad de esa suma, para ir reduciéndola con el paso del tiempo, pero de ninguna manera estamos dispuestos a poner toda la plata si los subtes ya no dependen del Estado nacional?, le manifestó a NU un colaborador del ministro Schiavi. Ese es otro eje de conflicto entre la Ciudad y la nación, ya que el propio Macri advirtió públicamente que sin esos fondos el pasaje podría irse a 3,40.

En definitiva, los obstáculos que enfrenta el traspaso no son nada menores y con los antecedentes que tiene la relación entre las administraciones que participan de la negociación, a lo que se suman las irreductibles exigencias de ambas partes, el pase de la red de subterráneos a la Capital Federal avanza pero con tránsito complicado.

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