Alejandra García es abogada y candidata a vicepresidenta del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal (CPACF) por la lista 52 que encabeza Daniel Sabsay, denominada "Abogados por la Constitución y el Estado de Derecho". Previo a las elecciones que se desarrollarán este martes 22 de abril en la institución que representa a los letrados porteños, la candidata dialogó con NOTICIAS URBANAS para explicar la propuesta de su sector, que, adelanta, va más allá de la discusión sobre el futuro de la caja previsional de los abogados de la Ciudad (CASSABA).
"Tomar la cuestión previsional desmembrada de los ingresos de los profesionales es parcial y absurdo. Nosotros remarcamos que los abogados debemos contar con una Ley de Honorarios que permita ejercer la profesión con dignidad y previsibilidad. Una norma contundente en este aspecto permitirá asegurar los ingresos, acrecentar la base tributaria y terminar con los actuales volúmenes de litigiosidad. El Colegio Público de Abogados había trabajado en un proyecto que tenía estado legislativo, pero que ya lo perdió. La actual conducción, en cambio, se ocupó de electoralizar ridículamente un debate, el de CASSABA, sin buscar una solución efectiva", dispara García, al inicio de la charla.
NU: – A ver si la interpreto. Según usted, tanto la actual conducción, a cargo de Jorge Rizzo, como la lista opositora de Arístides Corti, centralizaron el debate en CASSABA, dejando de lado otras cuestiones, que su propuesta vendría a recoger…
Alejandra García: – Exacto. Corti dice "sí a CASSABA" y Rizzo "no a CASSABA". Tienen posturas antagónicas. A mi gusto, en ambos casos, sin fundamentos serios. El debate sobre la Caja Previsional se vio enturbiado por distintas mezquindades desde su inicio. En la Ciudad, nunca se encaró una discusión seria que permitiera ilustrar sobre los beneficios de un sistema previsional, sino que ambas partes se limitaron a oponer el sí y el no como si fuese un partido de fútbol. Desde mi punto de vista, los promotores de CASSABA pecaron por no explicar contundentemente con qué criterio, cuánto, por qué ni para qué se aportaba. Sus detractores, en cambio, encararon una cruzada vacía de argumentos, haciéndole creer al abogado que pagar autónomos es más barato y más rentable. Cualquier ciudadano que tenga un familiar jubilado sabe perfectamente que esta idea es ridícula.
NU: – Entonces usted está a favor de la continuidad de la Caja…
AG: – Mirá. Estamos hablando de cuál sería el sistema previsional que los abogados van a adoptar cuando se jubilen. La conducción actual propone autónomos. Mi convicción personal es que los abogados deberían tener una caja propia. No es un capricho de la Ciudad, ya que la totalidad de las jurisdicciones cuentan con una caja propia, y todas ellas tienen alta aceptación por parte de los colegas. Pero insisto, CASSABA es un tema previsional que se tiene que tratar integralmente con las demás cuestiones. Porque su discusión llevó a cuatro años de debate en los que se dejó de apuntar a las cosas que son fundamentales al ejercicio de la profesión.
NU: – La sigo. ¿Qué cuestiones quedaron de lado?
AG: – Para empezar, los abogados no contamos con una ley que regule el cobro de honorarios. Hoy vos litigas cinco años y al final de un juicio, un juez regula que cobrés 1.200 pesos. Si tuviste que ir dos veces por semana al tribunal a mirar el expediente durante ese período, te darás cuenta de que esa suma no te cubre ni los viáticos. Además, las condiciones de trabajo de los abogados son deficientes. Los tribunales deberían estar informatizados de manera tal que se pudiera consultar el estado de los expedientes sin colas ni necesidad de trasladarse de un lado a otro. Y otra cosa fundamental es evitar que se avasallen las incumbencias profesionales de los abogados. Por ejemplo, hoy existe un centro de mediación que funciona en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, donde los mediadores son contadores, en lugar de abogados. Y también hay escribanos asesorando a las partes, cuando no es su función, sino nuestra.
NU: – Es decir que, según usted, la actual conducción del Colegio no defendió como debía los intereses de los abogados…
AG: – La actual conducción no defendió a los matriculados. El Colegio Público tiene como una de sus funciones esenciales proteger la retribución del abogado. Pero mientras se discute CASSABA, todas estas cuestiones quedan en el olvido. Otro rol fundamental del Colegio es vigilar el correcto desempeño del ejercicio profesional. Pero el primer año de la última conducción, el tribunal de disciplina estuvo de feria. Así, un particular que hubiera tenido un conflicto con un abogado no tenía forma de reclamar sus derechos sobre el mal ejercicio profesional de este abogado. Ni el abogado de defenderse. Finalmente, mientras se discutía "CASSABA sí", "CASSABA no", el Colegio pasó de tener fondos por 13.230.000 pesos a 5.161.000 pesos. Los fondos se redujeron pese a que la matrícula se aumentó un 30 por ciento y que el bono que pagan los abogados al inicio de cada juicio pasó de costar 7 pesos a valer 10 pesos. Que quede claro: no es mi estilo confrontar ni agredir. Simplemente, estos son datos que surgen de los informes financieros de la Comisión Directiva.