La definición es pronunciada en voz muy baja, casi en susurros, como si la carga de horror que la frase encierra para quienes la pronuncian, pudiera desatarse por el simple acto de elevar el habla. ?Existe la posibilidad de que pueda transformarse en una caja de pandora, de consecuencias inimaginables?, manifestación que durante la última semana y en absoluto off the record, NOTICIAS URBANAS recogió de los distintos actores involucrados en el caso Cromañón, al ser consultados sobre el desarrollo y las expectativas que les depara el inicio, el martes 19, del juicio oral que dictará sentencia sobre las causas y los responsables del incendio del boliche de Once, que la noche del 30 de diciembre de 2004, provocó la muerte de 194 personas.
Pero no todos los involucrados en la investigación son pesimistas.
Muchos de ellos confían en la independencia y profesionalidad de los magistrados que integran el Tribunal Oral en lo Criminal Número 24, Cecilia Maiza, Marcelo Alvero y Daniel Llanos; y hacen suya, aunque no la conozcan, la exclamación del poeta español Leopoldo María Panero: ?La verdad, como en la tragedia griega, es el fin de la obra?. Según lo relatado por un letrado, con amplia experiencia en el mundo tribunalicio, a este semanario, los tres jueces que forman el tribunal Oral tienen fama de ser ?ultra legalistas, anti-mediáticos y con un origen confirmado en el seno de la familia judicial?.
La confirmación de los hechos tuvo la rúbrica de la propia presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, quien a fines de julio firmó los decretos, que también llevan la firma del ministro de Justicia, Aníbal Fernández, para que los jueces subrogantes Maiza y Alvero completen los dos lugares faltantes del Tribunal Oral 24, que ya integraba Llanos. La medida contó con el aval (nada menor) del Consejo de la Magistratura. Lo que en la práctica confirmó el apoyo que la familia judicial le brinda a los magistrados. Maiza tiene un pasado como ex jueza de Menores y Alvero se desempeñó como ex juez de Instrucción.
Siguiendo esa línea de conducta, los jueces pidieron que el juicio oral se lleva adelante en la emblemática sala del Palacio de Tribunales de Talcahuano al 500, donde se realizó en 1985, el histórico juicio contra las juntas Militares que gobernaron el país entre 1976 y 1983, a través de un golpe de Estado. ?Los tres magistrados serán muy puntillosos con lo absolutamente probado en las más de setenta mil fojas del expediente y no aceptarán ningún hecho que no haya sido debidamente probado, por eso muchos especialistas temen que ante la más mínima irregularidad la causa vuelva a fojas cero, tal como sucedió en el juicio oral que investigó el atentado a la sede de la AMIA?, le explicó un abogado involucrado en el caso Cromañón a NOTICIAS URBANAS al ser interpelado sobre la manera de actuar de los jueces.
Las cuestiones más álgidas del proceso que viene e involucra a 15 personas (Chabán, Callejeros, policías de la comisaría séptima y ex funcionarios porteños) se centrarán en las estrategias defensivas del ex gerenciador del boliche incendiado, Omar Chabán, acusado de estrago doloso seguido de muerte y cohecho activo y en la postura que adopte el patrocinante de Callejeros.
Los datos obtenidos por este semanario develaron que la relación entre Chabán y su abogado Pedro D?Attoli se fue deteriorando con el tiempo, debido a posiciones encontradas sobre la estrategia de la defensa. El empresario basará su alegato defensivo en la culpabilidad del siniestro de tres jóvenes que encendieron la candela que provocó el incendio y que después del hecho huyeron del boliche. Además, destacará que el local fue habilitado varios años atrás por el verdadero dueño de la propiedad Rafael Levy, durante la administración capitalina de Fernando De la Rúa y que por consecuencia el no tiene nada que ver con las irregularidades en la habilitación del mismo. También, señalará que los fuegos artificiales y la pirotecnia fueron entradas a Cromañón por los dos grupos de fans más cercanos a la banda, El Fondo No Fisura y la Familia Piojosa, que contaron con el aval de los rokeros y por eso no fueron revisadas. Esa acusación provocó una interna entre los músicos (cuya acusación es la misma que pesa sobre Chabán) que mantenían un pacto de silencio sobre la pirotecnia, que fue roto por Aldo Delgado, el padre del guitarrista Ariel Delgado, quien afirmó que el grupo debía hacerse cargo de la entrada de las bengalas. Esto provocó el enfrentamiento entre delgado y el cantante Patricio ?Pato? Fontanet, que prefiere seguir desligando al grupo de la cuestión de los fuegos artificiales. Algo difícil ya que como había adelantado este semanario, varios seguidores declararon en la causa que las bengalas eran llevadas por los dos grupos de fans antes mencionados y que contaban con el consentimiento de Callejeros. Estos dichos de varios pibes de Villa Celina, el barrio de donde son oriundos los músicos, les valió amenazas de diversa índole. Sin embargo, la situación del empresario está muy complicada.
?Sobre Chabán pesa una fuerte condena social y la condena de los padres de las víctimas, por lo que creo que los jueces serán muy duros con el?, le aseguró a NOTICIAS URBANAS una fuente cercana a la pesquisa judicial. A pesar de ellos, los familiares, pretenden que el juicio eche luz sobre una supuesta red de corrupción, mucho más amplia, que involucraría a ex funcionarios políticos de la Ciudad y la nación y todo no se cierre sobre la responsabilidad de Chabán. Dentro de esa lógica pretenden volver a inculpar en el hecho al ex jefe comunal Aníbal Ibarra. Ante todas esas posibilidades, cargadas para algunos de mentiras verdaderas, nadie se anima a pronosticar cual será el veredicto final del Tribunal Oral en lo Criminal Número 24.



