La legisladora Claudia Neira (Frente de Todos) presentó una serie de acciones y propuestas en función de las nuevas demandas que plantea el COVID-19 al uso del espacio público
En ese marco, se llevó a cabo un Informe de Diagnóstico a partir de un relevamiento en el territorio, donde se identificaron algunos problemas en las intervenciones realizadas por el Ejecutivo desde la flexibilización de la cuarentena:
Falta de información sobre el desplazamiento de las paradas de colectivos, lo que afecta fundamentalmente al personal esencial que usa el transporte público y deambula para encontrar las paradas nuevas
Problemas con los contenedores que obstaculizan las zonas peatonales
Falta de criterios claros a la hora de definir los barrios, calles y avenidas seleccionadas para realizar los cortes y ensanchamientos peatonales, muchas veces subutilizados por los vecinos ya que no están claramente señalizados
Ausencia de intervenciones que faciliten la movilidad segura de las niñas y niños los fines de semana
Se propusieron también una serie de Políticas para repensar la nueva normalidad:
La creación de un *Comité de Expertos en Urbanismo, Espacio público, Ciudades y Ambiente* para definir un “Plan sobre el Modelo Territorial y el Espacio Público con Distanciamiento Social”
La confección de un Plan Integral del Espacio Público, que contemple no sólo un mapeo y monitoreo completo de acciones, sino también nuevas propuestas de intervención, con equidad en la oferta del espacio público, criterios de diseño urbano y un plan de comunicación.
La creación de Puntos de Higiene Urbana, en los que se localicen lavamanos a pedal con jabonera electrónica
El otorgamiento de un subsidio a feriantes mientras se sostenga el cierre de las ferias de la Ciudad
Además, se solicitó un Plan de Ordenamiento del espacio público en los barrios populares al Gobierno porteño que incluya:
Un diagnóstico técnico, con un mapeo territorial de cada barrio
Una planificación específica para intervenir en los espacios comunes del barrio
Más allá de la cuarentena comunitaria, el Ejecutivo porteño debe proponer una intervención planificada en los espacios comunes de estos barrios, que necesitan mitigar los posibles efectos que el hacinamiento y la ausencia de espacios públicos existentes pudieran tener en los contagios por coronavirus.
Se presentó un pedido de informes para que el Gobierno explicite cuáles fueron los criterios con los que definió las intervenciones que realizó en el espacio público, el transporte y los comercios de toda la Ciudad, durante el ASPO.
Incluyendo la decisión de volver a restringir la actividad de ciertas zonas comerciales que se han visto damnificadas, ya que no hay datos certeros que las señalen como zonas de mayor circulación o concentración de gente durante la pandemia. Algunos ejemplos:
Microcentro
Av. Belgrano, entre Jujuy y Entre Ríos (zona de mueblerías)
Av. Avellaneda, entre Bahía Blanca y Terrada (zona de textiles que aún no tenían permiso para reiniciar la actividad)
Neira viene advirtiendo que la Ciudad de Buenos Aires continúa tomando decisiones sin un diagnóstico claro que las respalde mientras la mayoría de las ciudades del mundo se encuentran estudiando diferentes ideas y acciones para poder adecuar el espacio urbano a la nueva normalidad.
Desde la Presidencia de la Comisión de Espacio Público, se está realizando un ciclo de charlas virtuales con especialistas en Urbanismo, Ambiente y Espacio Público para intercambiar las experiencias de otras ciudades del mundo e incorporar ideas para la Ciudad de Buenos Aires. Es necesario generar una planificación que permita repensar el uso del espacio público en un momento donde cada decisión que se toma afecta a miles de personas.