Las herramientas y el edificio de la ex empresa Conforti, que fueron declarados de utilidad pública por la Legislatura, fueron entregados a los trabajadores de la Cooperativa de Trabajo Gráfica Patricios Limitada, en un acto que se realizó este miércoles en la sede de la fábrica, ubicada en Avenida Patricios 1941, y del que participaron el jefe de Gobierno de la Ciudad, Aníbal Ibarra; el secretario de Producción, Turismo y Desarrollo Sustentable porteño, Eduardo Epszteyn; el secretario de Descentralización, Héctor Capaccioli, y el titular del sindicato gráfico, Raimundo Ongaro.
"Se recuperó un lugar de trabajo que fue prácticamente vaciado por sus dueños y donde los trabajadores asumieron un rol activo para mantener la fuente de trabajo y poder comenzar la producción", señaló el jefe de Gobierno.
Ibarra detalló que los trabajadores "tuvieron apoyo del gremio de gráficos y de la Legislatura porteña, que sancionó una ley de expropiacion, y a partir de haber resuelto esto ahora viene la puesta en marcha de la empresa".
Según consignaron los propios oporarios, la empresa volverá a producir dentro de aproximadamente un mes y, al igual que lo hacían en Conforti, se dedicarán a la impresión y encuadernación de revistas, diarios, folletos y afiches. En su momento de mayor auge, la empresa llegó a tener 300 empleados.
Los trabajadores afirman que la empresa Talleres Gráficos Conforti SA les adeuda un promedio de 12 meses de sueldos, más cuatro aguinaldos, y que durante los últimos dos años jamás cobraron una quincena completa, de forma tal que recibieron vales semanales de entre 140 y 50 pesos. La empresa ha incumplido además el pago de aportes provisionales.
Los empleados también acusaron a Raúl Gonzalo, ex presidente de la gráfica, de derivar los trabajos a otras empresas de su propiedad, entre ellas Conforguías Sociedad Anónima, y de promover maniobras fraudulentas, como la falsificación de la firma de los empleados en más de 700 recibos de sueldos, con el fin de evitar la quiebra. Estos supuestos ardides fueron denunciados ante la Justicia, lo que motivó que el juez del concurso designara a un interventor veedor.
En el mes de marzo de 2003 los empleados enviaron telegramas en los que comunicaron que comenzaban una "retención de tareas" y a partir de ese momento el dueño abandonó el establecimiento. El propietario de Talleres Gráficos Conforti no hizo una sola propuesta de normalización y reactivación de la empresa, motivo por el cual, por temor a perder la fuente laboral, los trabajadores constituyeron la Cooperativa de Trabajo Gráfica Patricios.