Esta tarde, pasadas las 16:30, cuando los trabajadores de Subterráneos se disponían a ingresar a la Legislatura, fueron agredidos de manera salvaje y desproporcionada por la policía.
Los trabajadores se encontraban acompañados por la jueza del Fuero Contencioso Administrativo y Tributario de la Capital Federal Patricia López Vergara, que había resuelto favorablemente un amparo presentado por el abogado Diego Kravetz.
El trámite de Kravetz se hizo necesario porque, en una insólita medida, los legisladores porteños prohibieron ayer la presencia del público en la sesión de la Legislatura, temerosos de que se produjeran incidentes ante la negativa de la mayoría de ellos en votar favorablemente la insistencia del proyecto de ley de reducción de la jornada laboral de los trabajadores de Metrovías.
El martes último se produjeron incidentes en el recinto legislativo cuando quedó claro que el mismo proyecto que se trataría este jueves no iba a ser aprobado.
"Esto no es una fiesta de cumpleaños -le manifestó Diego Kravetz a NOTICIAS URBANAS- en la que se hace necesario presentar una invitación para entrar. Es una vergüenza".
Durante la represión hubo dos heridos de gravedad. Uno de ellos, el trabajador de Metrovías Miguel Blanco, fue golpeado en la cabeza y se encuentra internado en el Hospital Argerich, presa de un fuerte shock emocional. Se temió que estuviera en coma, pero eso no ocurrió. El otro, un militante del Polo Obrero llamado Walter (no trascendió su apellido), sufrió un ataque de epilepsia tras ser golpeado por los descontrolados policías federales.
Como respuesta a la represión, los trabajadores de Metrovías decidieron parar las cinco líneas de subterráneos, por lo que en la tarde de este jueves, los colectivos verán sobrecargadas sus unidades.
A las 19:30, los diputados porteños aprobaron una Resolución por la que pretenden reafirmar que las cuestiones de funcionamiento interno del cuerpo son de competencia exclusiva del Poder Legislativo. Intentaban desalentar de esta manera a jueces -como el caso de Patricia López Vergara, descripto más arriba- que hacen lugar a demandas de los particulares en contra de las decisiones del parlamento de la Ciudad de Buenos Aires.
La diputada justicialista Alicia Pierini, por su parte, se negó a aprobar la medida que restringe el ingreso de público. "Todo lo que se relaciona con un tema constitucional es pasible de ser protegido por medio de un amparo", sostuvo la legisladora respecto del primer artículo de la Resolución que el cuerpo aprobó alrededor de las 19.
"En cuanto al otro artículo -se extendió la diputada Pierini-, en el que se expresa que lo que se opone a lo público es el secreto, eso no es verdad. A lo público se opuso esta tarde la restricción. Si el cuerpo no quería al público en el recinto, se podría haber transmitido a otro ámbito la sesión por circuito cerrado de televisión o, en su defecto, se podría haber transmitido la sesión por Radio Ciudad", explicó la legisladora justicialista.
El cuerpo no se pronunció -hasta las 19- acerca de la sangrienta represión policial, que tuvo como objetivo no permitir el ingreso de los trabajadores de Metrovías a la sesión del parlamento de la democracia.
En lo que respecta a la votación por la insistencia, ésta resultó negativa, ya que no logró los 40 votos necesarios para dejar firme la norma. Fueron 26 por la afirmativa y 20 por la negativa. La izquierda se retiró del recinto antes de votar a sabiendas que no podían cambiar la tendencia. Esta vez nuevamente fue la crónica de un final anunciado.



