Insisten en averiguar qué pasó con los libros de la desaparecida Biblioteca Sarmiento

Insisten en averiguar qué pasó con los libros de la desaparecida Biblioteca Sarmiento

Los legisladores porteños Jorge Giorno y Raúl Puy presentaron proyectos de resolución por los que que instan al Poder Ejecutivo porteño a responder acerca de la desaparición de los libros -unos 12 mil ejemplares- de la Biblioteca Domingo Sarmiento, que funcionaba dentro del Zoológico de Buenos Aires. El valiosísimo material bibliográfico estaría distribuido en algunas dependencias de la Dirección de Bibliotecas porteña, informaron las autoridades del Gobierno, que estarían intentando volver a reunir los libros dispersos y reabrir dentro del Zoo la biblioteca. Los diputados, por su parte, dudan de que las obras literarias estén en óptimas condiciones de preservación


Dos diputados porteños, Raúl Puy (Partido Socialista) y Jorge Giorno (Partido de la Ciudad), presentaron sendos pedidos de informes en la Legislatura porteña con el fin de que el Poder Ejecutivo porteño responda acerca de la supuesta desaparición de alrededor de 1200 ejemplares que pertenecían a la Biblioteca Pública "Domingo Faustino Sarmiento", que estaba ubicada dentro del Jardín Zoológico porteño y que ya no existe.

Ambas presentaciones de los diputados están apoyadas sobre una denuncia formulada por el diario La Nación en una nota publicada el pasado 6 de febrero. Allí se denunciaba la desaparición paulatina de una importante colección calculada en alrededor de 12.000 libros, compuesta de tesis científicas autografiadas, colecciones completas y de valiosos ejemplares dedicados de puño y letra por Sarmiento, Lucio V. Mansilla o Marcos Sastre, entre otras figuras. Además, se cuestionaban los constantes traslados sin registros, el depósito inadecuado de tan valioso patrimonio y las contradictorias respuestas de los funcionarios de turno para indicar el destino de los libros.

A principios de este mes, el director general de Privatizaciones y Concesiones de la Ciudad, Adolfo Reichemberg, le explicaba a NOTICIAS URBANAS que el Congreso de la Nación requirió hace unos años el traspaso de todo el material bibliográfico a la Biblioteca Nacional -petición publicada en el orden del día número 473/96-, y que incluso algunos ejemplares científicos de la desaparecida biblioteca estarían distribuidos en distintas dependencias de la Dirección de Bibliotecas porteña.

El funcionario de Privatizaciones y Concesiones también reveló que su Dirección estaba trabajando con la intención de volver a instalar la biblioteca dentro del Zoológico, para lo cual aprestaba a volver a reunir e inventariar el material localizable de la ex biblioteca Sarmiento. "La actual conducción de la empresa concesionaria está dispuesta a que se vuelva a abrir la biblioteca dentro del Zoo", afirmaba Reichemberg.

Entre los puntos que debiera responder el Gobierno de la Ciudad, si es que se aprueban en la legislatura los pedidos de informes -que son muy similares-, figuran si el material de la Biblioteca Sarmiento se encuentra inventariado, en poder de qué funcionario se encuentra el inventario -si es que existe-, qué cantidad de libros y revistas pertenecientes a la biblioteca hubo en 1984 y hay en la actualidad, en qué estado se encuentran y qué medidas se adoptan actualmente para preservar las obras. También, si todo el material bibliográfico fue trasladado desde el lugar de origen a otras dependencias y si las obras fueron adecuadamente catalogadas como componentes del Patrimonio Histórico de la Ciudad.

En su proyecto, el diputado Puy argumentó que, según el artículo de La Nación, "la biblioteca contaba en el año 1961 con 11.000 títulos, que ofrecía a estudiantes universitarios e investigadores. En la actualidad y, desde hace dos años, apenas 500 libros y revistas pueden ser consultados". El socialista manifestó también que "existen denuncias sobre la comercialización de los ejemplares más valiosos al exterior por cifras millonarias".

Por su parte, el legislador Giorno sostuvo que "la gravedad de la denuncia requiere de un inmediato y completo informe por parte de las autoridades porteñas, ya que de ratificarse la misma estaríamos en presencia de un gravísimo daño perpetrado, no sólo al erario público, sino también al patrimonio cultural de cada uno de los vecinos de la Ciudad".

"No debemos olvidar que estamos hablando nada menos que del legado cultural que heredarán las nuevas generaciones de esta ciudad", finalizó Giorno en sus argumentos.

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